Tal vez sin necesidad de pactos explícitos, Scioli encontró en Massa un aliado estratégico ideal ya que su crecimiento lo hace principalmente en detrimento de los votos de Cambiemos. La gran paradoja es que la estrategia inicial de Massa fue la de hacer una campaña muy agresiva contra el oficialismo para evitar la polarización Scioli-Macri.

 

Después de las PASO, el crecimiento de Massa se dio en una mejora de imagen pero no en una intención de voto, por lo que es muy probable que su nueva estrategia se centre en atacar fuertemente Macri para reducir los 10 puntos que le lleva de ventaja.

 

Si bien es muy difícil que en los pocos días que quedan hasta las primarias, Massa pueda descontar su desventaja, una previsible fuerte campaña crítica a Macri potenciada por los medios para-oficiales puede hacer correr serios riesgos a Cambiemos de llegar al Balotaje.

 

Ese es un riesgo real para Macri si no sale de la trampa de la moderación y no asume el liderazgo de la oposición actualmente vacante. Estos son dos factores imprescindibles para salir del estancamiento que se produjo después de las PASO.

 

Los votantes fluctuantes en mayor o menor medida cruzan todos los espacios y son el obvio objetivo en la última etapa de la campaña. No solo los estilos, sino principalmente los planes y las propuestas correctivas deberían ser las claras diferenciaciones con Scioli y con Massa.

 

La manera de hacer creíble un plan es a partir de una crítica a situaciones que hay que corregir. Eso está muy lejos de ser una posición anti-K sino una posición positiva que ayudará a diferenciarse de Scioli y esclarecer a los votantes fluctuantes de la necesidad de un cambio.

 

Cambiemos si quiere marcar las diferencias, deberá descorrer el telón del Relato para poner en evidencia la necesidad de un cambio, no hacer una propuesta abstracta para reemplazar otra idea abstracta. Es la manera de recuperar la iniciativa y marcar la agenda.

 

La idea muy bien desarrollada por Macri de buscar la colaboración de los mejores en toda la oposición, no solo en Cambiemos va claramente en la dirección de liderar la oposición. Esta es una condición necesaria, que para que sea suficiente, debería estar acompañada de las medidas correctivas del Relato.

 

Es necesario que se perciban las medidas concretas de un Plan de Gobierno y los medios para lograrlo, donde uno de los temas principales son los equipos para ejecutarlo. El PRO a través del Grupo Sofía tiene uno de los equipos de la mayor calidad profesional que viene trabajando desde hace varios años en planes para las distintas áreas de gobierno. Es difícil de entender que no hayan divulgado y promocionado la existencia de estos equipos que lo diferencian claramente de Massa.

 

Si Macri no asume el liderazgo de la oposición es muy difícil que pueda introducir la idea del “voto útil” para que se produzca una polarización antes de la primera vuelta y forzar a un Balotaje bien posicionado. El riesgo de no hacerlo es casi suicida por la posibilidad de que Scioli gane en primera vuelta.

 

Una participación activa de Elisa Carrió y Ernesto Sanz pueden ayudar mucho en esa dirección y contrarrestar los nuevos ataques de Massa.

 

 

Carlos Grau Baena

cgraubaena@buroconsult.com