En el ensayo titulado “Reflexiones acerca del presidencialismo argentino: una aportación al balance del primer año del mandato del presidente Néstor Kirchner”, Armando Caro Figueroa reflexiona acerca de las deficiencias estructurales del esquema institucional argentino.

Según el autor, los regímenes presidencialistas del tipo vigente en la Argentina generan fuertes incentivos al caudillismo y otras modalidades de concentración de poder que provocan múltiples desajustes, alteran el normal desenvolvimiento de las instituciones del Estado y generan graves crisis políticas. Y la historia nacional parece marcar que esta situación se produce siempre, ya sea que al frente del Ejecutivo se encuentre un presidente “débil” o “fuerte”.

El trabajo realiza un breve recorrido por la historia del presidencialismo argentino, deteniéndose en particular en las figuras que estuvieron al frente del Poder Ejecutivo a partir del retorno a la democracia en 1983. Uno de los apartados está especialmente dedicado a analizar el primer año de gestión de Néstor Kirchner, a quien Caro Figueroa define como un presidente débil en su origen que para revertir esa situación inicial, consolidar su poder y garantizar la gobernabilidad del país eligió la peor de las estrategias: el transplante al terreno de la política de determinadas prácticas de dudosa raigambre democrática.
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Armando Caro Figueroa es presidente de la Fundación Novum Millenium y director de Human Capital Consulting. Además, fue ministro de Trabajo y Seguridad Social durante la presidencia de Carlos Menem y, durante la gestión de Fernando de la Rúa, vicejefe del Gabinete de Ministros y director de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).