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jueves 19 de julio de 2012

El rodrigazo fue sintonía fina frente a lo que hacen y viene

Hoy el gobiero anunció fuertes aumetos de los boletos de tren y colectivos para los que no tienen la tarjeta SUBE. Pero la historia va a seguir pero la historia va seguir mediante transfiriéndole a gobernadores e intendentes el costo político de los futuros ajustes. Esto recién empieza.

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El 2 de junio de 1975 asumió Celestino Rodrigo como ministro de economía para reemplazar a Alfredo Gómez Morales que duró poco tiempo en el cargo luego del lio que había armado José Ber Gelbard con su famosa inflación cero.
Entre las diferentes medidas que adoptó Celestino Rodrigo, al que le habían dejado la olla a punto de explotar, fue la de aumentar el costo de transporte público un 75%, las de gas entre el 40 y el 60 por ciento para el consumo domiciliaria y la de energía, también para el consumo domiciliario, entre el 40% y el 50%.
Aquellos que van viendo como les llegan cuentas abultadas de gas y luz podrán advertir que el ajuste del llamado rodrigazo fue un juego de niños en comparación con los aumentos que están llegando.
Hoy, 19 de julio, el gobierno anunció que a partir del 6 de agosto próximo el boleto de colectivo aumenta el 81% para los que no tengan la tarjeta SUBE, tarjeta que ya subió el 50%, y el boleto de tren mínimo el 87%. Recuerdo una vez más que con el rodrigazo el transporte público subió el 75%. Es decir, ya en gas y luz los aumentos superan el rodrigazo y el transporte público también.
Pero aquí no parece terminar la historia, porque el gobierno se encargó de avisar que destinará un monto que congelará para los subsidios. De ahí en más, si la inflación incrementa los costos, serán los municipios o las gobernaciones las que tendrán que decidir si aumentan las tarifas o destinan recursos propios para financiar los mayores costos y no aumentar el boleto del transporte público.
Como se sabe que la inflación seguirá haciendo estragos, lo que ha decidido el gobierno es, sabiendo que inevitablemente habrá que subir el costo del transporte en el futuro por efecto de la inflación, transferirle el costo político del tarifazo a intendentes y gobernadores.
Hábil jugada política enmascarada en el argumento de una mejor asignación de recursos. Lástima que se hayan acordado 9 años tarde de asignar los recursos eficientemente y le tiren la papa caliente a gobernadores e intendentes que, en su mayoría, hacían gala de sumisión a su majestad CFK. Con esta moneda les paga la lealtad de soportar el felpudeo al que fueron sometidos.

Lo concreto es que los aumentos que ya implementaron y los que se vienen hacen que el rodrigazo quede como un hecho histórico de sintonía fina.