El hombre es un ser histórico y, como hombres y mujeres, sabemos que vivimos en un determinado tiempo histórico, que influye sobre cada uno de nosotros en forma intensa, continua y determinante.

Mahatma Ghandi, que fue considerado uno de los grandes hombres de nuestra época, decía que “los males que afligen al mundo contemporáneo son: política sin principios, riqueza sin trabajo, placer sin conciencia, conocimiento sin carácter, comercio sin moralidad, ciencia sin humanidad y culto sin sacrificio”.

En este contexto, nos preguntamos: ¿cómo enseñamos valores? Los valores se engarzan como las piedras preciosas en metales nobles; en la historia de los padres, las piedras preciosas son nuestros hijos.

Y nos encontramos que, en este tiempo que nos toca vivir, los valores se transforman en algo vacío, sin contenido, ni sentido. Es ahora, más que nunca, que nosotros –papá y mamá– debemos aprovechar esta crisis para transmitir los valores a nuestros hijos. ¿Cómo? ¡Con el ejemplo!

No olvidemos que el valor es la cualidad del alma que nos mueve a enfrentar sin miedo los peligros. Rescatemos el valor de la paternidad y la maternidad. Recordemos que si a cierta edad de la vida nuestra casa no se llena de niños, se llenará de manías, o de vicios que tiranizan mucho más que un hijo…

No perdamos la confianza, ni la fe, vivamos con valores, especialmente el valor de la familia, para poder enfrentar esta crisis como un verdadero desafío y lograr mejores padres, mejores hijos, mejores argentinos. © www.economiaparatodos.com.ar

María Amalia del Castillo es licenciada en Psicopedagogía y miembro del equipo de profesionales de la Fundación Proyecto Padres.