A juzgar por las últimas informaciones difundidas por The Wall Street Journal, la “burbuja” inmobiliaria norteamericana, generada por las bajas tasas de interés que prevalecieron durante los últimos años, está desapareciendo vertiginosamente y podría haber comenzado a “pincharse”.
En efecto, los precios están cayendo en distintas zonas y las ventas de inmuebles se han puesto relativamente pesadas. Particularmente en el estado de Florida y en el de California, donde esta situación es perceptible.
En la Florida, las ventas de casas para familias cayeron un 20% en el pasado febrero, respecto del mismo mes del año anterior. En algunas ciudades de ese estado, puntualmente, el “parate” del mercado es aún más fuerte. La ciudad de Naples, por ejemplo, muestra una caída del 47%. Por su parte, en California, la caída de las ventas de este mismo tipo de casas fue del 15% para el mismo mes. Un bajón importante, entonces.
A nivel nacional, las cosas están -no obstante- bastante mejor. Las ventas, incluyendo viviendas de todo tipo, aumentaron un 5%. Pero las de casas nuevas cayeron, sin embargo, algo más de un 10%. Esto es bien diferente al “colapso” que algunos temían, pero es una marcada desaceleración.
La tenaza de los precios altos y la suba gradual, pero firme, de la tasa de interés han generado los efectos habituales: una caída de las ventas de los inmuebles.
Además, está la actitud de aquellos que habían “invertido en ladrillos” por falta de adecuados rendimientos financieros, quienes -ante las señales- han comenzado a vender, lo que ha satura circunstancialmente la oferta. En la Florida, este tipo de “inversores” estratégicos fue responsable de nada menos que el 15% de las compras de viviendas el año pasado. Éste es el Estado que más permisos de construcción emitió en 2005 de todo el país del norte, desde que su población crece a un ritmo sostenido de unas mil personas nuevas por día y su economía está robusta. Sólo en el famoso Condado de Dade hay unos 70.000 nuevos condominios en construcción (y unos 20.000 más esperando la pertinente autorización municipal), detrás de los que hay -se dice- dineros de muchos que pretenden (con sus ahorros invertidos en ladrillos en el exterior) evitar que los “airados” Chávez, Morales, Humala o nuestro propio Néstor Kirchner destruyan -en algún momento- sus ahorros de toda la vida. Para ellos, un momento de preocupación.
En paralelo, como cabía esperar, los bancos, sensibles a este tipo de indicadores, parecen haber desacelerado los préstamos inmobiliarios, conscientes de que una caída generalizada de los valores en el mercado erosionaría directamente el valor de sus garantías reales, lo que se traduce en un perceptible “aumento del riesgo” para este tipo de operaciones. Tanto el Bank of America como el J. P. Morgan Chase & Co. están aparentemente adoptando una política más bien cautelosa, que sugiere la silenciosa adopción de esta actitud estratégica. © www.economiaparatodos.com.ar
Emilio Cárdenas se desempeñó como representante permanente de la Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). |