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jueves 1 de julio de 2004

José Benegas y Agustín Pieroni: un debate acerca del “desorden” social argentino

La protesta social se ha desbordado, y el gobierno permanece inmóvil. El Poder Judicial dice no contar con el apoyo del Ejecutivo para actuar, el Poder Legislativo alega haber sacado ya las leyes necesarias y la policía recibe órdenes de no reprimir. Una charla a fondo con Agustín Pieroni, Dr. en Ciencia Política, y con José Benegas, abogado y periodista, sobre la falta de orden público y la necesidad de reestablecer el respeto por la ley en nuestro país.

– ¿Por qué piensan ustedes que el Poder Ejecutivo no toma cartas en el problema de los piqueteros? ¿De quién es la responsabilidad de esta situación de falta de orden en que vivimos?

José Benegas – Yo haría al respecto una aclaración. ¿En realidad, quién actúa cuando hay manifestantes en las calles que se desbordan? Cualquier ciudadano de un país serio y normal contestaría, sin lugar a dudas, la policía. No son temas del presidente. En los países del primer mundo nadie se pondría a discutir si es asunto del presidente o no, si el Poder Legislativo tiene que sacar leyes o si el Poder Judicial tiene que disponer las órdenes. Es más básico, porque el orden es la ley y la policía está para eso, para actuar y hacer cumplir la ley. No son estudiantes de derecho ni especialistas en cuestiones de constitucionalidad, ni nada de eso. Cuando hay un hecho delictivo lo que ellos deben hacer es pararlo, es simple.
El problema de la Argentina es que la policía tiene la orden de no actuar y, entonces, le diría que la policía en nuestro país, hoy no existe. Tener policía no quiere decir que se tiene un número grande de personas con uniforme, sino que se tiene un personal que tiene determinadas atribuciones y está listo para actuar. Ahora, si el Ministro de Justicia les da la orden de no hacerlo, entonces no se tiene policía.

– ¿Pero el Poder Ejecutivo no tiene responsabilidad en esto?

JB – El tema de la responsabilidad del Presidente de la Nación acerca de asegurar y preservar el orden aparece claramente en la Ley de Ministerios, por si no lo bastara con la naturaleza propia y el criterio del Poder Ejecutivo. En esa ley está escrito que una de las incumbencias de las fuerzas de seguridad es preservar el patrimonio, la libertad y los derechos de las personas. Sobre eso no hay discusión. Está claro. Y yo no disculparía en esto a los fiscales y a los jueces. Entiendo que es verdad que todo el sistema de poderes falla y que el Congreso debería actuar para pedir los informes necesarios y los juicios políticos correspondientes. Pero si yo tengo facultades y obligaciones como funcionario para actuar y creo que estoy en una situación en la que no puedo hacerlo, por diversos motivos, lo que corresponde es que presente la renuncia. Pero éste es un país que está lleno de “descolgadores de cuadros”, gente que está dispuesta a hacer o a tolerar cualquier cosa bajo la máxima negociable de conservar el cargo. Por eso, creo que falla el sistema. Porque la cabeza, que es el Poder Ejecutivo, hace todo para que esto falle, pero todo el resto de la sociedad y las instituciones está fallando tanto como el gobierno.

Agustín Pieroni – Yo tengo una sensación muy rara con respecto a todo este tema. Los piqueteros lograron algo bastante curioso: generaron una unanimidad en su contra. Toda la sociedad está pidiendo que se los reprima. Y, sin embargo, el gobierno los quiere y los quiere a todos. Porque si bien hay una facción que es oficialista y otra que es opositora, el gobierno es amigo de todos, aun cuando ellos no sean todos amigos del gobierno. Y yo no sé a esta altura si este gobierno es súper piola, es súper tonto, si no se da cuenta lo que pasa, si está esperando algo, o si tiene un plan por encima de nuestro entendimiento, porque, sinceramente, me parece muy extraño que todos nosotros estemos pidiendo que se reprima a los piqueteros violentos y el gobierno no ejecute ese reclamo. Me resulta desconcertante que toda la sociedad le esté pidiendo a Kirchner que actúe y él no lo haga. Suena, cuando menos, disonante que el Poder Ejecutivo que, como ha dicho José Benegas, es el encargado de imponer el orden a través de la policía, no lo haga y se deje invadir la policía, se deje invadir el Ejército, se deje invadir los McDonald’s, el Sheraton, todo, cualquier cosa.

– Ahora bien, si Castells cortó las rutas, tomó el Ministerio de Educación, se metió en YPF… ¿Por qué mañana no se va a meter en la Casa Rosada, va a quemar neumáticos, va a hacer un asado con el sillón de Rivadavia y va a decir “vengo a hacer un piquete acá dentro”?

JB – Bueno, eso es lo que estamos planteando. La pregunta que le hago yo a todos los funcionarios es: ¿cuál es el límite?. Porque hay que ser tolerante con los piqueteros, está bien. Pero, ¿hasta cuándo? ¿Cuándo van a decir “basta”? ¿Cuando entren a un barrio cerrado, cuando entren a la Casa de Gobierno o nunca? Bueno, para esta pregunta no tienen respuesta.

– ¿Esto verdaderamente es una protesta social?

AP – No, en absoluto. En la historia ha habido grandes revoluciones, grandes protestas sociales por expoliaciones o abusos de los monarcas que avanzaban y avasallaban los derechos de los ciudadanos. Pero los piqueteros hacen todo lo posible para que las condiciones sociales de pobreza en que está sumergida la población, se profundicen.

– Entonces, los dirigentes piqueteros que se disfrazan de dirigentes sociales en realidad son activistas políticos, y el gobierno distorsiona la verdad cuando dice “no hay que reprimir la protesta social” porque esto no es una protesta social sino una acción política directa…

JB – Hay algo más sutil, aún, dando vueltas en nuestra sociedad. Se trata de cuando la gente o los periodistas dicen: “no estoy de acuerdo con los métodos, pero los fines yo lo comparto”. ¿Cuáles son los fines? ¿No entrar al ALCA, recuperar la Argentina socialista, no pagar la deuda, discutir sobre cómo se debe aplicar el déficit fiscal…?

– ¿Hasta dónde piensan que va a llegar esta escalada?

AP – La pregunta que yo me hago es otra, si me lo permite. Y es: ¿qué va a decir la sociedad cuando el gobierno reprima?

– ¿Pero va a reprimir?

AP – Yo creo que sí. Creo que el presidente va a mandar a reprimir. Y creo que lo va a hacer con más fuerza de la que se espera.

JB – Si ve en riesgo su poder, va a reprimir.

– Uno de los grandes represores en la Argentina fue Hipólito Irigoyen durante la Semana Trágica… Y era un presidente de carácter popular.

JB – El problema es si el presidente lleva las cosas a un punto en el que ya no pueda reprimir. Esa es la verdadera cuestión. Si en el momento en el que él elige imponer la ley y se propone reestablecer el orden, sale la policía y le dice: “estamos en huelga, somos piqueteros”…

– ¿Estamos en anarquía para ustedes?

JB – No. Porque en la anarquía no se pagan impuestos. Estamos en la peor situación que hay.

AP – Yo pienso que no estamos en anarquía, todavía. Y pienso que no lo estamos por el tema de los piqueteros. En cambio mi respuesta sería que sí si me tengo que referir al tema de seguridad.

JB – Acá hay una fea sensación porque lo que ha pasado en los últimos días es que la fuerza oficial es la que actuó de manera violenta y el presidente salió a ponerse del lado de esa fuerza, a través del ministro de Justicia. Esa es la sensación de anarquía que hay. Si el secretario de la Presidencia va al congreso piquetero donde está D’Elía y después D’Elía va y toma una comisaría, lo que este hombre está diciendo es: “yo tomo la comisaría porque tengo todo el aval, nadie va a investigar ni hay una autoridad que esté dispuesta a develar y hacer pagar los delitos, a mí me banca la autoridad”. Porque los funcionarios que aparecieron después, fueron a echar a la policía. © www.economiaparatodos.com.ar




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