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jueves 11 de noviembre de 2004

Kirchnerismo y nazismo: similitudes metodológicas

La forma en que Kirchner y sus seguidores ejercen el poder tiene algunos puntos en común con los instrumentos de propaganda política y de manipulación de las masas que utilizó el nazismo en Alemania. Aquí algunos ejemplos.

“Si dices una mentira suficientemente grande y sigues reiterándola,
la gente eventualmente llegará a creérsela.”

Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del Tercer Reich


Muchas veces centramos tanto nuestra atención en los detalles que nos perdemos de ver la totalidad o esencia de las cosas. Eso es lo que últimamente hice a lo hora de criticar o analizar alguna política, acción o personaje del actual gobierno del presidente Kirchner. Pero hace poco levanté la mirada accidentalmente y me di cuenta de que había ante mis ojos algo más grande, sospechoso y criticable. ¿Qué fue lo que vi? Vi que el kirchnerismo, salvando las diferencias, acciona de una forma muy semejante al partido nazi de Adolfo Hitler.

Para evitar entrar en una aburrida comparación histórica, voy a mostrar las semejanzas de una manera simplificada y didáctica. No hace falta ahondar en detalles históricos que son harto conocidos.

Origen: En pos de la salvación germana, los nazis identificaron a los supuestos culpables de su decadencia. Entiéndase: judíos y comunistas principalmente. Primero los demonizaron, luego los encarcelaron y finalmente los mataron. ¿Quién me va a negar que toda persona, política e idea catalogada de “menemista” o “noventista” no ha sido demonizada por el gobierno y los medios de comunicación? El origen del kirchnerismo es simplemente el antimenemismo. El kirchnerismo tiene como plan constructivo destruir lo construido por el menemismo. Los menemistas son los judíos de la Alemania nazi. Por el momento, no hay campos de concentración. Sí hay escraches. ¿Cuál es la diferencia entre un escrache y la Noche de los Cristales Rotos? Simplemente ninguna. En cuanto a las personas: cuantos más menemistas presos, mejor. No importa la culpabilidad. En cuanto a las políticas: todo lo hecho en los noventa tiene que ser deshecho. No importa si fue o no útil para el país. En cuanto a las ideas: todo lo pensado en los noventa debe ser criticado y callado.

Mito: Alfred Rosenberg fue el creador de la ideología nazi. Basado en la teoría del mito, ideó una de las mentiras más grandes de la historia. Su mito establecía quién debía ser culpado por la decadencia germana, al mismo tiempo que determinaba quién iba a salvar la nación. El mito kirchnerista es producto del pensamiento de políticos, intelectuales, empresarios y publicitas. Entre ellos: Horacio Verbitsky, Miguel Bonasso, Fernando Braga Menéndez y Enrique Albistur. El mito K culpa al menemismo de todas las desgracias de nuestro país. La culpa es del modelo. La cura la tiene Kirchner. Eso no se discute.

Propaganda: Para que el mito se conozca y se haga verdadero, hay que divulgarlo y repetirlo eternamente. Joseph Goebbels era el jerarca nazi encargado de esto. ¿Quiénes son los ministros de propaganda de Kirchner? Fernando Braga Menéndez y Enrique “Pepe” Albistur. Este último mantiene el bajo perfil. Braga Menéndez, en cambio, se pasea por todos los medios alabando a su señor. Kirchner no puede hacer nada mal. Es el salvador. La economía, la salud, la educación y la seguridad están cada vez mejor. Por más que los números nos muestran que estamos más lejos que nunca de nuestros mejores momentos, vamos bien y nunca estuvimos mejor. Todo lo anterior fue mentira. Empezando con el uno a uno, desde 1810 “otros” han saqueado la república.

Minoría: Tanto el partido nazi como el peronismo kirchnerista accedieron al poder siendo minoría. Los nazis lo hicieron por medio del fraude y la violencia. Los kirchneristas lo hicieron trampeando las internas peronistas y comprando votos con el clientelismo duhaldista.

Oposición: Una vez que Hitler asumió como canciller del Reich, la oposición política en Alemania dejó de existir. Tanto K como “Los Fernández” dicen que en nuestro país no hay oposición. Menos aún oposición institucionalizada. Han sido sumamente efectivos en repetir esta idea. Tan efectivo que a menos de un año de las elecciones ya hay un ganador: ellos. Si la gente cree que no hay oposición, no cabe otra opción que votar al que está en el poder.

Poder absoluto: Durante el régimen nazi, la separación de poderes desapareció. Lo mismo ha ocurrido en la Argentina. Los jueces de la Korte Suprema fueron cambiados para que voten de acuerdo a las instrucciones de Balcarce 50. Y el Congreso es una delegación del Poder Ejecutivo.

Teoría conspirativa: Hitler asesinó a toda persona de la cual sospechaba. Veía conspiradores por todos lados. Terminó con la vida de sus jefes militares, opositores y aliados. Kirchner dice que lo están asustando. Sus ministros se preocupan por su seguridad. Mientras estallan en llamas los motores del Tango 01, seres sospechosos se toman paseos dominicales por la residencia de Olivos y comensales supuestamente “peligrosos” complotan en regimientos militares. El pueblo se preocupa por su mítico líder. Se dice que conspiradores quieren acabar con su vida. Así logran que la masa sienta aún más afecto por él.

Presidente mudo: Ni hablar de un Hitler justificándose ante los medios. Eso, jamás. Creo que la última persona que se atrevió a cuestionar a Kirchner fue Doña Mirtha Legrand. Recuerdan: “¿se viene el zurdaje?”. Kirchner da discursos y se saca fotos con personajes populares, escolares y artistas. ¿Por qué no le hacen al presidente preguntas sobre los fondos de Santa Cruz, sus ministros ex cavallistas, su Corte adicta, Enarsa y demás?

Fuerzas Armadas: Para ir a la guerra, Hitler eliminó la cúpula militar que había heredado de Hindenburg. Sus generales adictos, como Jodl y Keitel, lo llevaron a la derrota. El General Bendini, de origen santacruceño, reemplazó a Brinzoni & Company. Razones: Brinzoni era noventista. A Bendini lo ascendieron a Teniente General y ahora es Napoleón. Coincidencia: Dijo que había una conspiración judía para adueñarse de la Patagonia.

Amigos ideológicos: Hitler se llevaba de diez con Mussolini y Franco. Como pensaban parecido, todo era posible. Sus alianzas fueron causa de muerte para millones de seres humanos. Los únicos aliados de Kirchner son y serán los que piensan como él. Amigos son los amigos. Fidel, Hugo (Chávez), Mesa, Tabaré y el reciente sumado Hu (Jintao). No se espanten si próximamente Kim Il Sung de Corea del Norte se suma al clan.

Muchos dirán que esta comparación es un disparate. Quizás lo sea. Sin embargo, no se puede negar que hay muchas coincidencias entre el kirchnerismo y el nazi-fascismo en puntos que hacen a la esencia del régimen. No estoy diciendo que el kirchnerismo tiene una ideología nazi. Para nada. Lo que quiero mostrar es que ambos han utilizado los mismos instrumentos y herramientas para tomar el poder, gobernar y prevalecer. © www.economiaparatodos.com.ar



Francisco do Pico es licenciado en Ciencia Política.




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