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lunes 11 de noviembre de 2013

La llegada del informe del USDA abre el paso a nuevos fundamentos

La llegada del informe del USDA abre el paso a nuevos fundamentos

Esta semana dos hechos coparon la plaza internacional: la llegada del reporte del USDA y el anuncio de que la FDA norteamericana está estudiando prohibir las grasas trans en alimentos dentro de su país, lo que llevaría a un menor uso de aceite de soja para consumo humano

En cuanto al dato del USDA resultó alcista para maíz y soja, y negativo para trigo, pero al mismo tiempo resulta el puntapié inicial para que el mercado deje atrás las estimaciones de oferta de EEUU y pase a considerar un mix de demanda y potencial productivo para Sudamérica.

En el mercado local, la lluvia caída la semana pasada trajo alivio, y las que se están dando este fin de semana van en el mismo sentido, aunque demoren los trabajos a campo. En tanto el arribo de la cosecha de trigo tranquiliza al mercado disponible que tiende a juntarse con el de cosecha nueva, que opera con un descuento importante. El maíz disponible mientras tanto está despegándose cada vez más del mercado internacional a la suba, dado que queda poca mercadería y los consumos comienzan a ponerse nerviosos. En cuanto a precios de cosecha nueva, es para destacar lo caro que cotiza el maíz local respecto tanto de la paridad de exportación, como del precio en Chicago, lo que invita a tomar alguna posición para aprovechar esta coyuntura. La soja nueva sigue resistiéndose a bajar.

Comenzando por el marco internacional, el reporte del USDA llegó y se realizó un ajuste a la suba en los rindes. Sin embargo los mismos se vieron moderados por una caída en la superficie sembrada. Especialmente en maíz. Si bien la producción subió 3,4 mill.tt. respecto al informe previo, esto fue 1 mill.tt. menos que lo esperado. Además, gracias a un aumento en el consumo forrajero y las exportaciones, el efecto final fue que los stocks de maíz subieran sólo 830.000 tt respecto al informe previo, siendo esto casi 4 mill.tt. menos que lo esperado por el mercado. Todo esto debería resultar alcista para los precios, y de hecho el viernes se cerró con algunas subas.

En soja ocurrió lo mismo: los rindes subieron, aunque con una menor área cosechable, la producción se incrementó en casi 3 mill.tt. Esto fue 1 mill.tt. más que lo esperado. Pero gracias a un ajuste en la demanda externa, finalmente los stocks de soja EEUU sólo subieron 550.000 tt quedando 200.000 tt por debajo de lo que el mercado suponía, siendo este dato neutro a alcista.

En trigo el USDA mantuvo prácticamente sin cambios los stocks de su país, pero quedaron 1 mill.tt. más alto que lo esperado, lo cual fue negativo para los precios.

De todas formas es importante mencionar que el mercado viene operando mirando las perspectivas productivas de EEUU desde hace meses, y que ahora que estos datos ya son prácticamente finales, deberíamos ver un cambio en los fundamentos, y tomas de ganancias por parte de los especuladores. Estos últimos viendo la gran producción norteamericana construyeron una posición vendida récord, que ahora debería reducirse para tomar ganancias, con compras, que a su vez empujarían los precios a la suba. En soja están comprados y debería pasar lo inverso: ver ventas técnicas tomando ganancias que generen suba.

En cuanto a fundamentos nuevos, el foco del mercado pasará con más inasistencia a la demanda, que viene muy firme tanto en el mercado internacional, y prueba de ello es que más del 80% del saldo exportable de soja EEUU está ya comprometido, con casi 70% de maíz. Por otro lado el margen de las industrias de etanol, biodiesel y la conversión de maíz en carne, arrojan con la baja reciente de precios, una rentabilidad muy interesante a los procesadores.

Una cuestión inesperada que apareció esta semana fue el comentario que la FDA prohibirá el uso de grasas trans hidrogenadas en los alimentos dentro de Norteamérica. Este producto se genera a partir del aceite de soja, y se incorpora en la industria alimenticia para darle frescura, textura y duabilidad a los productos. Sin embargo eleva el colesterol y se asocia con enfermedades cardíacas, razón por la cual se propone prohibirlos. El mercado de aceite de soja reaccionó con una baja muy fuerte, pensando que esto generará una reducción en la demanda. Sin embargo vemos que esto es hoy equivalente al 3% de la demanda de poroto de soja y 6% de la de aceite de soja, y si sumamos algunos rubros productivos relacionados podríamos llegar a 5% y 11% respectivamente. Por ello la reacción del mercado, o bien fue demasiado fuerte, o bien fue debida a otros factores (de hecho el mercado venía trabajando con una tendencia negativa marcada).

El otro elemento que comenzará a barajar el mercado son las perspectivas productivas en Sudamérica. Las lluvias recientes han reacomodado la humedad de los suelos y el panorama es prometedor al momento. Sin embargo el momento clave es diciembre/enero.

En el mercado local se está trillando trigo. Los rindes en el norte son bastante pobres. En años normales con 4 a 10 qq/ha de rendimiento no se hubiese trillado. Pero los precios en el arranque de la campaña estaban en niveles tan absurdamente altos, que de todas formas la facturación que generaba un rendimiento tan chico, de todas formas tuvo resultado económico positivo.

Por otro lado a medida que la trilla se activa más en el centro del país, y los tonelajes que van llegando son más fuertes, la oferta se va recomponiendo y vemos una fuerte baja de la posición disponible de trigo. En esta semana el descuento fue de casi 300 U$S/tt. Esto pasa porque está convergiendo el precio de locura del disponible, con los valores de todas formas altos, pero en línea con la paridad de exportación, del precio del trigo diciembre. Pero también el trigo diciembre va aflojando, ya que si bien eran campañas distintas, las cotizaciones de todas formas se habían contagiado.

En lo que hace al maíz disponible, estamos transitando el camino del divorcio del mercado disponible respecto al internacional. Esto ocurre porque los exportadores han comprado cantidades muy importantes del cereal, haciendo que para una cosecha de 24 mill.tt. estén afectando el aprovisionamiento interno. Sin embargo si el nivel de producción que utiliza el Ministerio de Agricultura fuera correcto, el maíz no debería faltar. Ahora que nos acercamos a fin de año, y que los consumos se van quedando sin granos propios o comprados previamente para abastecerse, aparece el apuro, y no hay mucho maíz disponible, razón por la cual los precios suben fuertemente. Es importante ver que los exportadores están comprando, pero sin marcar nuevos ROE VERDE. La única alternativa que vemos es que piense que en algún momento el precio del maíz despegue, o bien que estén comprando para vender en el mercado interno cuando los precios se disparen. Esto que puede ser visto como especulación, también cumple una función: dado que los consumos internos generan un riesgo de cobro importante, los productores prefieren vender a la exportación, cuyo pago es más seguro. Por ello podríamos ver el diferencial que se debería resignar entre el precio actual a exportación y el que podemos imaginar a futuro por parte de consumos, esté justificado por una prima de riesgo.

En lo que hace al maíz de cosecha nueva, es para destacar que no solamente que los exportadores están pagando más por el mismo que la capacidad de pago que tienen de acuerdo al precio FOB, sino que ese precio FOB está conformado con una prima sobre Chicago que es bastante mayor a la de años previos. Si pensamos que esto en algún momento se solucionará con una suba en Chicago que no se trasladará al mercado interno, o bien con una caída del precio local mientras Chicago se quede donde está, una buena forma de tomar esto sería vender maíz a fijar con un descuento sobre el precio del cereal en Chicago. Es importante mencionar que esto no implica tomar posiciones de futuros en Chicago, sino que el mecanismo de fijación es tomar como referencia el precio de aquel mercado, pero comunicando la intención de fijar al comprador, como en cualquier negocio por fijación a cámara.

En cuanto a soja, es de esperar una toma de ganancias negativa, pero a más largo plazo la necesidad de la demanda que ya se mostró con fuertes compras inspirará en algún momento el rebote. Además deberemos ver por un lado el mercado climático Sudamericano en diciembre/enero, y por otro lado más allá de que haya producción habrá que ver si el productor aceptará precios de menos de 200 U$S/tt.

Fuente:  Universidad Austral Centro de Agronegocios