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miércoles 15 de enero de 2014

Las lluvias descomprimen el mercado climático sudamericano, pero la demanda sobre EEUU comienza a hacerse patente

Las lluvias descomprimen el mercado climático sudamericano, pero la demanda sobre EEUU comienza a hacerse patente

Esta semana el mercado internacional de soja estuvo tironeado por dos factores cuyas fuerzas se contraponen: las lluvias en Sudamérica trajeron alivio, haciendo que la oferta futura tenga mejores chances, pero al mismo tiempo el USDA reconoció que la demanda, al menos de maíz, es superior a lo que esperaba. En el caso del trigo en tanto la oferta sigue creciendo y sus precios internacionales se debilitan

En el plano local en tanto todavía subsisten dudas productivas, ya que la floración del maíz de primera tuvo un grado de afectación por la seca, mientras que le de segunda viene bien, pero todavía está en desarrollo vegetativo. En cuanto a la soja, las lluvias van llegando justo a tiempo para salvar al cultivo de caer en problemas mayores, pero las reservas de humedad han menguado mucho, el calor vuelve a apretar y seguimos dependiendo de que las lluvias vayan llegando. En trigo finalmente se autorizaron exportaciones en lo inmediato por sólo 500.000 tt de un total estimado en 2,5 mill.tt. Sin embargo el anuncio tiene sabor amargo, ya que es preocupante que no se tome nota de que este sistema está ahogando la producción, y que a este paso quedará poco por administrar.

Desarrollando estos temas un poco más, comencemos por lo ocurrido con las variables de demanda. Veníamos señalando que el ritmo del mercado interno de maíz en EEUU así como sus ventas al exterior eran demasiado rápidos al compararlos con las proyecciones del USDA para todo el año. Esto sugería que tanto el consumo interno como el externo deberían ser mayores, y por tanto los stocks más bajos. Esto finalmente sucedió: los stocks de maíz anunciados por el USDA quedarían casi 6 mill.tt. por debajo de lo esperado por los analistas.

En el caso de soja los ajustes no se hicieron. Sin embargo la situación es similar. Cuando faltan algo más de siete meses de campaña comercial, EEUU ya comprometió exportaciones por el total de lo que el USDA considera para todo el año. Sin embargo la duda aquí es si habrá cambios de origen de esa mercadería hacia Sudamérica, y todo dependerá de que la logística por nuestras latitudes sea mejor que la del año pasado. No obstante en soja habrá que recorrer en algún momento el mismo camino que vimos en maíz.

Pasando a las variables productivas, en Brasil los cultivos están saliendo ya de la etapa de definición del potencial de rindes. SI bien el clima no ha sido excelente, las lluvias llegaron cuando la cosa se ponía fea, y por tanto los rindes deberían ser buenos. En ese sentido el USDA subió 1 mill.tt. la producción a 89 mill.tt. y cabría incluso un ajuste a la suba similar si todo sigue bien.

Para Argentina mantuvo 54,5 mill.tt. dado que el clima todavía no ha definido en forma total su impacto sobre el rinde potencial. Si las lluvias siguen llegando podríamos tener incluso una producción mayor. Pero habrá que seguir esperando para llegar a un número final.

De todas formas a medida que pasa el tiempo y se ven perspectivas buenas para nuestra región, perdemos las chances de ver escapadas en el precio de la soja, y nos acercamos al momento de definición de siembra de soja en EEUU, donde si como se espera se ve aun aumento de área podríamos encontrarnos con un ajuste de precios a la baja fuerte.

Pasando al maíz, con una cosecha Norteamericana muy buena, la producción Sudamericana pasa a segundo plano. Sin embargo a nivel local la misma sigue pesando. La primera reflexión a nivel local es que hay una mayor área de maíz de segunda. Esto por ahora es algo bueno, ya que el maíz de primera se encontró con problemas climáticos: calor y seca a fines de diciembre que coincidieron con la floración. Sin embargo las lluvias finalmente llegaron y no es claro cuanto habría sido el impacto de ese fenómeno.

Veremos qué pasa más adelante cuando llegue a la floración del maíz de segunda, y luego el período más vulnerable para los cultivos tardíos, que es la llegada del frío que determinará cuando se corte el ciclo productivo de las sementeras.

En el caso del trigo la oferta a nivel global sigue creciendo a un ritmo superior al del consumo, lo que hace que los precios se debiliten. No obstante para los productores Argentinos el partido es claramente local. Con una producción que el propio Estado proyecta en 9,2 mill.tt. sólo podrían exportarse unas 2,5 mill.tt. al exterior. Pero se ha decidido adminsitrar desde el Estado el ritmo de embarques, que será en el corto plazo de sólo 500.0000 tt cuando la exportación tiene 1,2 mill.tt. ya compradas. Esto reduce la competencia entre compradores y hace que sea difícil ver subas en el corto plazo. Pensando más en el largo plazo y en la decisión de retener que muestran los productores, vemos que los molinos se pondrán nerviosos. Es importante destacar que el grueso del trigo está en el centro y sur de Buenos Aires, con lo cual veremos mercados disociados entre las distintas regiones productivas.

Fuente: Austral Agroperspectivas