En el sitio del Banco Mundial puede encontrarse el Producto Bruto Interno (PBI) mundial desagregado país por país. De las estadísticas publicadas por el organismo surge que el PBI norteamericano representa el 30% del PBI mundial. Bastante lejos le sigue Japón, en el segundo lugar con el 12% del PBI de todo el mundo, y, en tercer lugar, se ubica Alemania con el 6,6%.

Los diez primeros países con los PBI más grandes participan con el 72,4% del PBI mundial. Argentina está ubicada en el puesto 35 con una participación del 0,4% en el PBI del mundo.

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Al ver este último dato y, además, compararlo con el PBI de Estados Unidos (el PBI de Argentina es equivalente al 1,28% del PBI norteamericano) no puede menos que concluirse que los enfrentamientos que suele tener nuestro país con las naciones más desarrollados del mundo, los organismos internacionales y las empresas multinacionales cuya facturación supera al PBI argentino, pueden asemejarse al rugido de un ratón. A nadie asustan las bravuconadas de nuestros gobernantes.

Las estadísticas demuestran que no existimos desde el punto de vista económico y, estratégicamente, tampoco somos relevantes.

Si se miran las estadísticas del Banco Mundial referidas al PBI per cápita, de los diez países más grandes por PBI, ocho de ellos tienen ingresos per cápita superiores a los US$ 17.000 por año. Los únicos los países entre los diez primeros que tienen ingresos per cápita inferiores a los cinco dígitos son México y China.

En el ranking de países por ingreso per cápita, la Argentina figura en el puesto 85.
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