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miércoles 21 de mayo de 2014

Mercados externos cambiando fundamentos, mientras localmente se juega otro partido

Mercados externos cambiando fundamentos, mientras localmente se juega otro partido

El mercado internacional pasó por una semana netamente negativa, en la que las liquidaciones de parte de los fondos especulativos basadas en la expectativa de recuperación en las existencias norteamericanas planteadas por el USDA, y un avance de la siembra importante en ese país para maíz y soja

En trigo pesó que EEUU se quedó muy caro respecto a otros orígenes, y se desató la baja. Sin embargo desde el mercado local la soja logró defenderse mejor, marcando incluso subas en la semana. Claramente los factores aludidos no se corresponden con la realidad local, donde la presión de cosecha ya actuó y ahora comienza a observarse cierta necesidad de compra. Especialmente en maíz donde la campaña viene lenta, y corrida hacia julio/agosto.

Comenzando por el mercado internacional, como veníamos esperando, hay un pasaje de los viejos fundamentos a los nuevos. Los viejos fundamentos tenían que ver con la firme demanda por maíz y soja disponibles, en un contexto de bajas existencias de soja en EEUU. En maíz si bien la cosecha fue muy grande, los precios habían reflejado con una baja fuerte sobre Chicago, una recomposición de stocks muy elevada. Al ver la mayor demanda, la estimación de existencias finales tuvo que ir siendo reducida, y actualmente si bien se sigue generando una recomposición, la misma es mucho menor que lo esperado. Por ello los precios devolvieron gran parte de la baja que sufrieron en la primera parte de la campaña. De la mano de todo esto, los fondos especulativos que estaban vendidos en maíz, pasaron a estar comprados, apostando a la suba. En soja siempre estuvieron comprados, pero incrementaron la posición hasta niveles muy elevados.

Los nuevos fundamentos tienen que ver con la perspectiva para el ciclo 2014/15. Se está sembrando en EEUU, y si bien inicialmente se veía un atraso importante para el maíz, se recuperó rápidamente el tiempo perdido, antes de llegar a situaciones que podrían haber hecho pensar en una exposición climática mayor. En soja ocurrió algo similar, la siembra inició algo atrasada y se recuperó. Pero con los números del USDA en la mano, lo que vemos es que los stocks de maíz y soja prácticamente se duplicarían. Los fondos, a la luz de la mejora en el ritmo de siembra, y las perspectivas planteadas por el USDA, iniciaron fuertes ventas, para tomar ganancias, y salvo que encontremos alguna razón para dudar, lo más probable es que se pasen a terreno vendido.

El trigo jugó otro partido. La preocupación aquí pasó por dos lados. En primer término por el conflicto en Ucrania. Esta zona es una gran productora y exportadora de trigo, atendiendo el mercado del Norte de África por medio del Mar Negro. De haber un problema productivo o logístico en la región, el mercado se desequilibraría, y si bien hay un buen nivel de oferta, los precios subirían fuertemente por la cuestión logística. La segunda cuestión fue el trigo de invierno norteamericano. Allí el invierno fue muy crudo, sin nieve y con mucho frío. Los cultivos están sólo en 30% bueno a excelente, por lo que la campaña será mala.

Esto catapultó los valores del trigo, y como tomó a los fondos especulativos vendidos, los mismos compraron para cerrar la posición, y ello potenció la suba. Sin embargo, a medida que el tiempo pasa y la tensión en Ucrania se reduce al campo político, lo que se observa es que los precios de Norteamérica quedaron muy altos respecto a los del resto del mundo y se da la toma de ganancias.

En cuanto a como seguimos hacia adelante, hay dos consideraciones a hacer. La primera es que no podemos dejar de lado que por más que se espere reocmposición de oferta de maíz y soja para noviembre de la mano de EEUU, en el disponible hay poca oferta y mucha demanda. Especialmente de soja. Por ello si los precios bajan, y los productores Argentinos que son quienes tienen grano no venden, los precios rebotarán. En el caso del maíz hay más oferta en EEUU, y también tiene que entrar la Brasileña. Además si el atraso en la cosecha local se extiende, corremos el riesgo de entrar en contacto con el maíz nuevo de EEUU, que comienza a llegar en Septiembre.

Por otro lado, la pregunta es si la proyección del USDA de recomposición de stocks se verá realizada. Ya el año pasado iniciaron proyectando altos stocks y debieron ajustar a la baja. Las razones pasaron por algo menos de rindes, a pesar de que finalmente el año no fue tan malo, pero también por una demanda mayor. Dado que alcanzar los rindes del USDA no será fácil, y las compras de maíz y soja campaña nueva sobre EEUU son importantes, pensamos que luego de la baja que estamos viendo,  y de la mano del mercado climático primero (julio / agosto) y de la demanda después (diciembre en adelante) los precios podrían tener un rebote.

En el mercado interno Argentino en tanto la presión de cosecha se ha diluido bastante. En maíz porque el grueso este año será trillado de julio en adelante, dado que por los problemas al momento de la siembra, primó la práctica del cultivo tardío. En el caso de soja, tras un arranque de cosecha muy rápido, las lluvias ralentizaron el proceso de recolección.

En cuanto a ventas, el productor Argentino necesita vender para hacer frente a sus vencimientos y de hecho reactivó el ritmo de comercialización. Pero sigue siendo similar en porcentaje de la cosecha al del año pasado, que fue bajo. Los vencimientos impositivos son ahora, y los financieros se extienden hasta junio. Lo que no se venda en estos meses, será retenido en adelante, ya que le dólar nuevamente está moviéndose, y como el ciclo agrícola es largo, y hay gastos relacionados al dólar, la disposición a poner precio y cobrar en pesos, no será atractiva.

En trigo disponible, los molinos están algo más activos, mientras que la exportación ya está prácticamente retirada. No se volvió a hablar de la posibilidad de abrir algo más de exportaciones de este cultivo. Con una cosecha en torno a 10 mill.tt. y 1,5 mill.tt. de exportación aprobadas, quedarían para el mercado interno 8,5 mill.tt. y se necesitan 6 mill.tt. para el consumo interno. Sin embargo los productores no parecen dispuestos a entregar el trigo tan fácilmente, y contando los molinos con capacidad de pago, van subiendo el precio paulatinamente a medida que las semanas pasan y las compras hechas se van consumiendo.

En trigo nuevo, los valores bajaron pero siguen por encima de los 200 U$S/tt. Esta semana la Bolsa de Cereales de Buenos Aires subió su proyección de cosecha nueva a una superficie de 4,6 mill.ha. Esto se condice con la buena disponibilidad de humedad, y los precios interesantes que hacen en forma combinada que el margen bruto esperado sea tentador.  El valor del trigo en adelante, por lo comentado previamente, debería estar en buenos niveles, por lo que todo esto nos lleva a pensar en una buena campaña tirguera, aunque lejos de las 7 mill.ha. que se solían sembrar en nuestro país.

Fuente: Austral Agroperspectivas