PANORAMA INTERNACIONAL – En el comunicado final de la cumbre de los presidentes de los países que integran el G-8, que se celebró el jueves y viernes pasados en la localidad francesa de Deauville, se acordó que Europa proseguirá con la "rigurosa consolidación fiscal", al mismo tiempo que adopta reformas estructurales para impulsar el crecimiento. Respecto a los Estados Unidos, el G-8 confía en que pondrá en marcha un marco de consolidación fiscal para el mediano plazo "claro y creíble", y que además será coherente con la creación de empleo y el crecimiento económico. En términos generales, las ochos países aseguraron que están "decididos" a tomar las medidas necesarias de forma colectiva e individual para hacer frente a los actuales desafíos comunes, siendo el empleo tema prioritario. Al comienzo de la semana pasada el euro marcaba mínimos en la figura de 1,39 dólares, fuertemente afectado por las dudas sobre Grecia, por el aumento de la prima de riesgo de la deuda española y la rebaja en su perspectiva de calificación crediticia que sufría Italia. El martes se supo que el índice IFO de confianza empresarial en Alemania se mantuvo estable en Mayo y en los Estados Unidos las ventas de viviendas nuevas unifamiliares aumentaron inesperadamente en abril para anotar su segundo mes seguido de avance. El euro se recuperaba levemente y lograba después mantenerse cotizando en una franja entre 1,40 y 1,42, bajando y subiendo al compás de las noticias que se iban conociendo. Mientras, la agudización de las diferencias entre los líderes europeos sobre cómo iban a resolver los problemas financieros de Grecia e impedir su propagación, alimentaban los temores de que la crisis de la deuda soberana del continente estuviera entrando en una etapa nueva y peligrosa. Pero finalmente, el viernes el euro pegó un salto y casi tocaba de nuevo la figura de 1,43 dólares, ayudado por los comentarios del consejero del BCE George Provopoulos, quien dijo que Grecia sería capaz de pagar la totalidad de su deuda sin la reestructuración si cumpliera un riguroso plan de austeridad. Además, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró que Francia podría defender al euro, aunque aclaró que se oponía a cualquier tipo de reestructuración de la deuda griega. Y del otro lado del Atlántico la primera potencia del mundo finalizaba la semana con nuevos flojos datos económicos que agregaban dudas sobre su recuperación. Ahora, con la combinación del temor por la deuda de la eurozona y el sentimiento negativo hacia el dólar, los analistas prevén que el euro se mueva por encima de 1,40 dólares, pero por debajo de 1,4340 dólares. Al cierre del viernes, en Nueva York, el euro se negociaba a USD 1,4282.

PANORAMA ARGENTINO – En las cuatro jornadas hábiles, por el feriado del miércoles, el MULC argentino operó en un escenario con algunas características no habituales, aunque su tendencia de fondo sigue siendo la misma. Es que la política actual del BCRA es mantener el tipo de cambio lo más quieto posible, creyendo sus autoridades que de esa forma se puede tranquilizar al mercado y frenar la salida de capitales al exterior. Sin embargo, de esa manera sólo se hace mucho menos costosa la huida de los temerosos y se facilita a los especuladores el juego financiero, brindándoles, además, un seguro de cambio gratuito. Por eso, el lunes, en la primera hora del mercado, el BCRA puso una oferta de USD 40 millones a $ 4,0860 para mostrarles a todos que ese sería el precio techo para el día. También contó con la ayuda de la ANSES y de bancos privados que realizaron “swaps”, vendiendo contado y comprando a futuro, con tasas implícitas del 7,82%. El martes el BCRA volvió a incentivar la oferta del “valor hoy”, vendiendo contratos de futuros con tasa implícita “regalada” del 5,74%, operándose un volumen récord de unos USD 512 millones y, como contrapartida, compró excedentes por unos USD 130 millones. El jueves el ente monetario sumó unos USD 170 millones, en un mercado que mantuvo las mismas características, aunque con un sensible aumento de los volúmenes operados. Y el viernes se caracterizó por las sorpresas. Los bancos incrementaron sus negocios de “swaps”, aprovechando el feriado del lunes en los Estados Unidos, vendiendo contado y comprando valor martes. Además, y esta vez fue rigurosamente cierto, hubo una verdadera “lluvia” de dólares por ventas de los grandes exportadores de granos y productos oleaginosos por un valor total estimado en USD 250 millones, apurados por el feriado en Wall Street y el cierre del mes. Por eso el volumen transado ese día entre entidades fue de USD 888 millones, el segundo más alto del año. En la semana las entidades negociaron entre sí por USD 2.643 millones, con un promedio diario de USD 661 millones, un 30% mayor al de la anterior. El tipo de cambio informado por el Banco Nación no varió, cerrando a $ 4,0860, estimándose que el BCRA habría comprado en las 4 jornadas unos USD 575 millones. Sin embargo, las reservas sumaron al viernes USD 52.153 millones, mostrado una subida de sólo USD 244 millones. En el mercado de futuros del Rofex para fin de mes se operó a $ 4,0890, fin de junio a $ 4,1150 y diciembre a $ 4,3400. En el mercado de NuevaYork el peso/dólar a un año terminó negociándose a $ 4,6198 (13%).

MOVIMIENTOS DE LAS PRINCIPALES MONEDAS FRENTE AL DÓLAR DURANTE LA SEMANA PASADA

(*) El euro y la libra esterlina se cotizan en dólares.
(**) Para el peso argentino se toman precios operados en el mercado entre bancos.

El presente informe es elaborado por ABC Mercado de Cambios. Para más información, visite: www.abcmercadodecambios.com