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jueves 12 de agosto de 2004

Papá-Estado: los universitarios argentinos necesitan una figura paterna

De acuerdo a los resultados de una encuesta reciente, nuestros estudiantes universitarios creen que una de las más importantes funciones del Estado es “dar trabajo”, además de estar de acuerdo con que el gobierno intervenga fuertemente en la economía, a través de controles de precios y la imposición de regulaciones a las importaciones y exportaciones.

Las conclusiones que surgen de un relevamiento que forma parte del proyecto de investigación “La Madurez Política en los argentinos” (iniciado en 1998 y dirigido por el Dr. Narciso Benbenaste, profesor titular en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires y en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora) deberían encender la luz de alarma: en los universitarios argentinos predomina una expectativa paternalista frente al Estado y la iniciativa individual no es percibida como un factor decisivo para encarar un proyecto de vida. Emancipados de las alas protectoras de papá y mamá, nuestros jóvenes, desorientados, sólo atinan a buscar cobijarse bajo los alerones estatales.

La encuesta, que se realizó en seis universidades de Capital Federal y Gran Buenos Aires –tres de ellas estatales y tres privadas– abarcó a un total de 926 estudiantes, con un promedio de edad de 24 años. El objetivo era medir sus expectativas con respecto al Estado, por lo que se les preguntó cuáles creían tenían que ser las tareas de éste para ayudar al desarrollo de los individuos como ciudadanos y como sujetos económicos (1).

Un abrumador 83,4% respondió que la principal función del Estado debería ser dar trabajo. La segunda demanda, también fuerte, es la de garantizar la seguridad de las personas: un 71,70% la señaló como un deber del gobierno. Sin embargo, menos de la mitad de los encuestados estuvo de acuerdo en el hecho de que el Estado debe procurar garantías jurídicas para las inversiones individuales y empresarias (43,40%), hacer respetar la propiedad privada (35,20%), garantizar el libre mercado (26,80%) y los intercambios privados (11,70%). ¿Cómo podría “dar trabajo” el Estado si no es a través de la creación de aquellas condiciones –seguridad jurídica, libertad de mercado, estabilidad política y económica, previsibilidad en el mediano y largo plazo, entre otras– que garantizan los procesos de inversión y, con ellos, el desarrollo de nuevos negocios y empresas? Esta inconsistencia es algo que obviamente los estudiantes no comprenden y tampoco se les ha enseñado.

Por el contrario, fueron muchos los universitarios que mostraron una disposición bastante importante a favor de un Estado que interviene activamente en la vida económica a través de medidas tales como proporcionar un sistema de jubilaciones y pensiones (43%), regular con aranceles las importaciones y exportaciones (40.80%), fijar los precios de los productos (28,10%), brindar ayuda económica (26,30%), establecer el monto de los salarios (25,70%) y determinar la distribución de los bienes y el consumo (22,70%).

Los resultados de esta encuesta muestran a las claras que el nivel de madurez política de nuestros universitarios es bajísimo. Por lo que, además de preocuparnos por los altísimos porcentajes de “bochados” en los exámenes de ingreso a universidades como la de La Plata o las altas tasas de deserción a lo largo de las carreras, es hora de que también prestemos atención a este fenómeno: los valores de los estudiantes argentinos, futuros profesionales y cuadros gerenciales del país, no se condicen con los principios que son la base de una sociedad moderna, competitiva, respetuosa de los derechos individuales y que necesita del esfuerzo y del trabajo como dos elementos esenciales para el progreso y el crecimiento.

Hay nubarrones a la vista. La tormenta puede llegar a ser tremenda, si no tomamos los recaudos suficientes. Por las dudas, hay que abrir el paraguas.
© www.economiaparatodos.com.ar



(1) A los encuestados también se les preguntó acerca de sus percepciones sobre la calidad del funcionamiento de instituciones como el Gobierno Nacional, el Congreso, la Educación, la Justicia, la Salud, la Clase Política y la Policía. El Gobierno Nacional obtuvo una muy buena puntuación: un 75% lo consideró muy bueno o bueno. En el otro extremo, la institución que peor calificación obtuvo fue la Clase Política, sobre la cual prácticamente un 75% de los encuestados afirma funciona mal o muy mal. Por último, se indagó acerca de sus expectativas respecto de que la situación de país mejore durante la gestión de Néstor Kirchner al frente del Poder Ejecutivo: un 42,5% piensa que las cosas mejorarán y un 43,2% no tiene posición al respecto.




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