SERVICIOS PÚBLICOS: A raíz de la escandalosa huelga realizada por los empleados del Hospital de Pediatría Prof. Dr. Juan P. Garrahan, la morosa reacción oficial se limitó a declarar que: no podía ser que tomaran a los niños de rehenes, aceptando implícitamente el derecho de huelga que tendrían los trabajadores. Lo dijo el ministro de Salud y lo avaló el de Interior. Pero, ¿qué es lo que se esconde detrás de esto y no se trata con seriedad? Nada más y nada menos que el derecho de huelga en los servicios públicos. Ya que tanto en un hospital público, donde se evidencia con mayor claridad, como en un medio de transporte, en una empresa de energía, de agua y hasta en el Poder Judicial, por mencionar algunos ejemplos, se está tomando de rehén a un tercero inocente y con serios perjuicios. Por ello la presión sindical en estas áreas son siempre escandalosas, conflictivas y notorias. Debe entonces discutirse seriamente hasta dónde el derecho de huelga, que tiene legitimidad constitucional, puede ser ejercido. ¿Dónde está el límite? ¿En el peligro de vida de un niño por falta de atención sanitaria, en la privación de libertad de un liberado por el Poder Judicial, en la falta de agua o energía para parte de la población? ¿Hasta dónde? Es un tema que debe discutirse seriamente y legislarse, pues si no siempre habrá rehenes y no sirve de nada “hacerse el malo” y descontar los sueldos a posteriori del daño realizado.
OPERACIÓN REGISTRADA: Cada uno es cautivo de sus actos y sus palabras. El acto de censura ejercido por las autoridades de América en el programa TVR del productor Diego Gvirtz no es más que una muestra de las operaciones e hipocresía que hay en determinados medios. TV Registrada, un programa netamente de entretenimientos basado en bloopers televisivos de personajes de la actualidad, se había transformado -ya hace un tiempo- en una “bajada de línea” política, que criticaba a Menem y todo lo referente a la década del 90, en línea con las políticas orientadas desde el Gobierno. El comienzo fue con Duhalde, cuando inició su famosa campaña de “demonización” de Menem. Este programa fue un vehículo idóneo: Gvirtz lo diseñaba y Claudio Morgado, en gran medida, lo aplicaba en cámaras. Artísticamente, el programa se apoyaba en ese gran actor que es Fabián Gianolla y una excelente producción de archivo. Coincide esto también con una posición “progre” de parte de Gvirtz, cuyo otro éxito, “Indomables”, también adolecía de esta condición con los panelistas que acompañaban a ese excelente conductor que es Roberto Pettinato, actor excluyente para el éxito de ese programa. América, cuyos dueños se van sumando según las necesidades de capital, es hoy dirigido por Ávila padre e hijo, Manzano, Vila y Francisco de Narváez. En una época también se hablaba de una participación minoritaria de Raúl Moneta. A Gvirtz hay que reconocerle los principios: no toleró la censura que le aplicaron a su programa en la última edición cuando le cortaron la participación del invitado, el “arrepentido sobornado” Mario Pontaquarto. La dirección ordenó cortar en forma inconsulta y reeditar el programa, a tal efecto instruyó al periodista Rolando Graña, presunto gran defensor de la libertad de expresión y opinión, quien no vaciló en cumplir las órdenes de su jefe y traicionar los alardeados principios que desgrana día a día en ese engendro de programa que se llama” Informe Central”, donde este gerente de noticias del canal y ahora de contenidos, noche a noche, editorializa para el Gobierno con la ayuda del periodista de temas económicos Roberto Navarro. (Este último merece un pequeño comentario para muestra de perfil: en las últimas ediciones, cuando se hablaba de inflación, les dijo a los televidentes: “aquel mal económico producto de las políticas del proceso con Martínez de Hoz”. Como ven, un hombre con memoria selectiva). A primera vista, lo que se ve es que es muy pero muy difícil tener o disfrutar de un periodismo independiente, ya sea por “oficialitis” de los medios (llamada pauta publicitaria) o, como en este caso particular, por la aplicación de la censura lisa y llana por molestia de determinados directivos de la empresa, que no deja de tener sabor de partidismo político. También es bueno decir que estos programas “pseudo-informativos” adolecen de una subjetividad extrema, lo que los hace poco creíbles y descartables, en tanto y en cuanto no haya cuotas de talento detrás. También es cierto que los buenos periodistas se van yendo de los medios y no sé si será por estas cosas, que, por ejemplo, Jorge Grecco –ex gerente de contenidos de América– hoy trabaje en la empresa Edenor como director de Relaciones Institucionales y nosotros, los consumidores de medios, debamos privarnos de varias de estas excelentes y pocas firmas.
PROGRESISMO Y SOLIDARIDAD: Basándome en datos del IDESA, desde la devaluación a la fecha ha habido una fenomenal transferencia de ingresos de los asalariados, ahorristas y jubilados hacia el Estado y empresas protegidas. Así como ha habido un crecimiento del Índice de Precios del Consumidor de sólo el 66%, se calcula que -por el contrario- en los productos de primera necesidad o canasta básica el aumento ha sido de cerca del 90%. Con estos números y los aumentos dados al sector formal e informal de la economía, los asalariados perdieron un 34% de su poder de compra y los jubilados de haber mínimo, 42%. Mucho más perdieron los jubilados de haberes superiores, pues no han tenido ningún ajuste y hay más de un millón en condiciones de iniciar juicio al Estado, lo que también muestra una situación precaria del superávit fiscal, ya que se está generando una deuda millonaria hacia los jubilados. En síntesis, esta política ha hecho que los pobres financien la mejora en las cuentas fiscales y las ganancias en los balances de algunas empresas. De todos modos, no habría motivo para quejarse, ya que estamos creciendo en el año cerca del 9%, para comprar un auto sólo se necesitan 30 sueldos (antes 20) y las ventas en comercios crecen, los pasajes de avión y el turismo también y el metro cuadrado en Barrio Parque, Palermo y Recoleta ya supera el de 1998. Todos estos números hacen pensar de qué se quejaba la gente en el año 2001, plena época recesiva de De la Rúa. Hoy, estando peor, estamos mucho mejor, según los diarios, las encuestas y los líderes de opinión. Por ejemplo, los empresarios de la UIA festejan este momento “glorioso” de la economía argentina. Conclusión: el argentino es un hombre sufrido. Si en 2000 nos quejábamos era porque teníamos expectativas superiores. Hoy, por el contrario, al tener nulas expectativas, con poco y esa alma de “looser”, la media se conforma. Y como la punta de la pirámide, que es la que cuenta, está bien engordada, estamos y seguiremos viviendo un exitoso “progresismo” económico. ¿Solidaridad? No, eso es de las señoras gordas aburridas y algunas ONGs, a los que con la cantidad de pobres que hay los mantenemos ocupados, lavan sus conciencias y no molestan.
MARADONA: Hoy no debe haber lugar donde no se hable de Diego Maradona. Como no quiero ser sobreabundante, recomiendo la lectura en archivo de las viñetas del 30 de junio de 2005 (clickear). © www.economiaparatodos.com.ar |