Por espacio de diez años, la ahora debilitada empresa aérea brasileña Varig participó con el 49% en el capital de Pluna, la simpática empresa aérea estatal uruguaya. Pero, agobiada por sus propios resultados, se separó de Pluna en junio pasado. En una década había perdido 74 millones de dólares. Así de duras fueron las cosas.
Desde entonces, Pluna opera sola. Y no le va demasiado bien. Con un pasivo importante, de unos 26 millones de dólares, este año la empresa aerocomercial oriental proyecta más pérdidas. Pero es del Estado, esto es “de todos”, y las pérdidas en ese caso “suenan” distintas. Más soportables. Quizás porque las pagan todos los ciudadanos, sin darse cuenta.
La estrategia de Pluna ahora tiene frente a sí dos opciones.
La primera pasa por la “manga ancha” de Hugo Chávez, en función de sus ambiciones “bolivarianas”, esto es de poder. De su apego por comprar simpatías con el dinero fácil que le llega por el dramático aumento de precios del “oro negro” que Dios puso debajo de Venezuela, sin pensar seguramente en que alguna vez aparecería Chávez. Por esto hay conversaciones avanzadas para formalizar una alianza de Pluna con Conviasa, la aerolínea estatal venezolana.
La segunda tiene que ver con un grupo de empresarios españoles del turismo, que apuntan a interconectar a nuestra región, el cono sur, con las Islas Canarias. Esto podría generar una suerte de triángulo aéreo con vértices en Caracas, Montevideo y Tenerife. Y, además, otros destinos.
Mientras siguen las conversaciones (y los viajes de los ejecutivos van y vienen), Pluna sigue volando, con la puntualidad y amabilidad de siempre, que le son proverbiales. Lo que hace sentir bien al pasajero. Pero ocurre que detrás hay una pérdida creciente que, por su magnitud, ha comenzado a preocupar a muchos. © www.economiaparatodos.com.ar |