“Ocho días antes de que se cumpla el plazo y luego de una consulta transversal a ex presidentes, ex cancilleres, parlamentarios y líderes de todas las fuerzas políticas chilenas, el Gobierno de Michelle Bachelet ha decidido impugnar la competencia del Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ) para resolver la demanda marítima boliviana de abril de 2013. El anuncio lo ha hecho la propia mandataria por cadena nacional desde el Palacio de La Moneda, en un mensaje donde ha resaltado la unidad con que Chile está abordando el problema limítrofe”.

Este ejemplo de respeto no solo a la institucionalidad sino a la gente o al “pueblo” si se prefiere, no sería válido para la Argentina “k” y una de las tantas pruebas que se podría ofrecer es el trato que le dio y le está dando el gobierno al juicio promovido por los “hold outs” o el secreto con que se negoció con el “club de París” o el acuerdo YPF-CHEVRON, hechos ocurridos en el tramo final de un gobierno que, salvo que se promueva un necesario e imprescindible juicio político a la Presidente, terminará el 10 de diciembre del próximo año.

Las consecuencias de estos hechos impactarán en el próximo gobierno y todo indica, conociendo la perversa filosofía “K” que ese es el objetivo, esconderle con mala fe las cuestiones que el “kirchnerismo” no supo o no quiso resolver o resolvió mal sabiendo que las consecuencias ya son irremediables para el nuevo gobierno y que a la vez alimentaran sus futuras diatribas que me niego a llamar “críticas”.

El “Kirchnerismo” no sabe de críticas, solo sabe de agravios, insultos o de la sofística y su relato que siempre careció de calidad hoy expresa la hipocresía y el cinismo de su contenido.

En esta comparación entre la presidente Bachelet y Kristina hay otra diferencia esencial, la primera recién comienza su periodo de gobierno y no dudó ante una “cuestión” esencial de la nación consensuar con ex presidentes, ex cancilleres y líderes políticos para fijar una posición unánime ante una acción promovida por la República de Bolivia ante el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU.

Por el contrario “Kristina” resolvió actuar por su cuenta con su irracional lógica y su cultura de conventillo en una muestra de irresponsable soberbia que responde a la estatura física real del Ministro de Economía un sabio de la ignorancia, si se me permite el contrasentido de la frase.

Sin embargo esta falta de capacidad para la negociación política no es patrimonio exclusiva de la “Doctora”, como la llama Jorge Asís, título que jamás nos fue exhibido y en el que quizás solo creen quienes profesan la fe “k”, y que quizás tenga más valor como “alias” que como título académico.

La llamada oposición tampoco atina en esta grave hora que vive la República, para ofrecer a la sociedad un Acuerdo mínimo para enfrentar la crisis que legará el gobierno “k”.

Del mismo modo que en 1999 la alianza no tuvo alternativa al precario sistema monetario de la “convertibilidad” y esa imprevisibilidad nos condujo a la crisis de fines del 2001, la “oposición” parecería que no sabe o no quiere aprovechar esa experiencia y por ahora, el ciudadano común piensa con todo derecho que a partir de diciembre de 2015 estaremos otra vez en manos de la improvisación sin idoneidad.

Estimo que es imprescindible una definición sobre las cinco o seis cuestiones esenciales que se deberán resolver, diría quirúrgicamente y sin anestesia y lo que ofrezcan alternativas sin cirugía ni dolor tendrán que decir como lo harán y deberán debatir en honor de “todas y todos” para que alguna vez en la historia se pueda elegir responsablemente.

El próximo gobierno, podrá o no tener éxito, pero no podrá incurrir en ninguno de los vicios de los “k”.

De una buena vez hagamos “POLÍTICA” y dejemos a la política en el desván de los malos recuerdos como el hecho que Boudou carezca de la dignidad necesaria para asumir su rol de procesado y de respeto por nosotros, justo un 9 de julio….parafraseando al cuento de Hans Andersen, podríamos decir: “Miren el vicepresidente esta vestido con una traje a rayas….»