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jueves 24 de enero de 2008

Un desafío que seguramente Chávez no aceptará

A pesar de que escasean ciertos productos alimenticios y de que la inflación real es cada vez más alta, el presidente venezolano se niega a admitir los graves problemas económicos y sociales que enfrenta su país.

De paso por Madrid, el renovado presidente del Perú, Alan García, retó en público a su colega Hugo Chávez a comparar abiertamente los logros económicos y sociales de una economía cerrada al mundo como la venezolana (tal es el resultado de la gestión del “bolivariano”) con los que está obteniendo una economía como la peruana que, en cambio, se ha abierto al resto del planeta, a sus desafíos, riesgos y oportunidades, con todo éxito.

Parece obvio que el patológico caribeño “se hará el sota”, lo que obviamente no le cuesta mucho.

Mientras tanto, la realidad en Venezuela, en particular para los más pobres, dista mucho de la imagen de “ricachón todopoderoso” que proyecta Chávez, de gira permanente por otros países.

Porque la realidad es traumática. Lo cierto es que hay cada vez mayor escasez de productos alimenticios básicos: leche, pan, azúcar, huevos, carne roja o pollo, entre otros. Los precios de esos artículos están congelados, si bien la tasa de inflación real está cerca del 25% anual. No obstante, para el belicoso Chávez, quien no los respete “es un traidor y será tratado en consecuencia”. Increíble. Además, amenazó a todos aquellos que no acepten sus precios artificiales: “Les expropiaremos las fincas y, si hay que meterle el Ejército, se lo metemos”. ¡¡Pichón de Stalin, el hombre!!

Lo que sucede en Venezuela es simplemente resultado directo e inevitable de la horrorosa administración de la economía por parte de Chávez. Y las cosas no se corregirán ni con amenazas, ni con gritos, sino con medidas correctas, seguridad física, respeto y cooperación. Con acciones que no estén en el plano de lo grotesco.

Un último dato: los venezolanos consumen el doble de leche de lo que producen, por lo que deben importarla desde el exterior. La producción doméstica, por falta de incentivos, está estancada. Y así seguirá. Con este escenario, la Argentina podría tener la oportunidad de pagar la deuda con Venezuela con leche. No, es un chiste. Por lo demás, los bonos que nos compraron ya los “revolearon”, con enormes ganancias de intermediación, dicen. De esas que dan para el conocido “vamos y vamos”. Más de lo mismo, entonces. Allí y aquí. © www.economiaparatodos.com.ar

Emilio Cárdenas se desempeñó como representante permanente de la Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

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