PANORAMA INTERNACIONAL – Durante la semana pasada ocurrieron dos hechos importantes que cambiaron el sentimiento del mercado. El martes, Ben Bernanke, titular de la Fed, en una conferencia realizada en Atlanta dijo que “el crecimiento económico en lo que va del año parece ser de alguna manera más lento de lo esperado”. Y agregó: “Un número de indicadores también sugiere cierta pérdida de impulso en los mercados laborales en semanas recientes”. No obstante, sostuvo que las últimas señales de debilidad no deberían durar mucho tiempo y que un crecimiento más fuerte se daría en el segundo semestre del año. Para algunos analistas, las advertencias del presidente de la Fed ratifican que en el corto plazo no habrá cambios en la política monetaria. El jueves tuvo lugar la reunión del BCE, que dejó sus tasas en el 1,25% anual, tal como se esperaba, y en la conferencia de prensa realizada posteriormente, el presidente del ente monetario, Jean-Claude Trichet, dejó entrever un alza de tasas en julio, hecho que ya ha sido descontado por el mercado, pero al mismo tiempo dejó la impresión de que se espera que la inflación sea más baja en el futuro, lo que le quitaría fuerza a la moneda europea. Y por eso reaccionaba a la baja, marcando el jueves mínimos en la figura de 1,45. Pero el Libro Beige de la Fed, que se conoció el miércoles pasado, dio cuenta de que según las empresas la economía de los Estados Unidos se había expandido en los últimos dos meses, observándose un crecimiento en el sector manufacturero y una mejora en el mercado laboral. Este documento será utilizado en la próxima reunión de política monetaria de la Fed, programada para el 21 y 22 de junio, destacándose que la información relativamente optimista del informe contrastó claramente con los comentarios de altos funcionarios de la Fed y con las cifras económicas más recientes. Por ejemplo, en los Estados Unidos, se conocía el dato sobre los pedidos semanales de subsidio por desempleo, que seguían altos, y la única buena noticia para la primera economía del mundo en los últimos días fue el importante descenso del déficit comercial. En el mercado ahora no se espera otra alza de tasas del BCE hasta principios del 2012 y la baja del precio del petróleo, las pruebas de resistencia a los bancos de la eurozona, los problemas de deuda de los países periféricos y el fin del alivio cuantitativo en los Estados Unidos son temas que podrían sumarse para hacer bajar más al euro. Al cierre del viernes el euro cotizaba en a USD 1,4349.

PANORAMA ARGENTINO – Inesperadamente, un fuerte rumor recorrió la City porteña el jueves pasado, dando cuenta de que Cristina Fernández de Kirchner no iría por su reelección y el dato llegó hasta Wall Street, por lo que fueron muchos los llamados que se recibieron desde allí para confirmarlo. También crecen la preocupación generalizada entre funcionarios de las empresas exportadoras e importadoras sobre el futuro del valor de nuestro peso y la incertidumbre sobre las medidas que el nuevo Gobierno deberá tomar después de las elecciones. Mientras, el MULC argentino está pasando por unos de sus peores momentos, pareciendo cundir allí el desinterés y el desgano, ante la imposibilidad de crear negocios que sean lo suficientemente rentables para justificar la acción de los operadores. Y en esto, indudablemente, tiene mucho que ver la errática actividad diaria del BCRA en el mercado de contado y en el de futuros, con sus compras y ventas que tienen el sólo propósito de evitar la volatilidad de las cotizaciones porque, según sus más altos funcionarios, pone nerviosos a los inversionistas y los lleva a dolarizar sus activos. Esta errónea y rebuscada interpretación de una realidad que es característica de cualquier mercado en movimiento, y aceptada por sus operadores, aquí se la quiere ignorar pagando por ello el BCRA altos costos muy difíciles de evitar. Tras operar en las cuatro primeras jornadas de la semana un promedio diario de sólo USD 470 millones, el viernes hubo más animación cuando las entidades negociaron entre sí unos USD 598 millones, al poder concretarse unos USD 90 millones en swaps cambiarios, compra y venta de dólares a diferentes fechas de liquidación para tomar y/o colocar pesos y/o dólares. Así, el volumen total operado fue de USD 2.477 millones, con un promedio diario de USD 495 millones, un 21% mayor al de la semana anterior. El tipo de cambio vendedor de transferencia que fijó el Banco Nación como cierre del viernes para el peso/dólar fue de $ 4,0920, debiéndose destacar que el día anterior había sido de $ 4,0930, siendo este un nuevo precio histórico más alto. Pese a que, según lo estimado, el BCRA habría realizado en la semana compras en el mercado por unos USD 240 millones, las reservas aumentaron sólo USD 65 millones, sumando ahora USD 52.111 millones. En el mercado de futuros del Rofex los precios quedaron para fin de este mes a $ 4,1080, julio $ 4,1330, octubre $ 4,2330, diciembre $ 4,3190 y para junio de 2012 $ 4,5810. En el mercado de futuros de Nueva York el peso/dólar se operó a un año, en la última jornada de la semana, a $ 4,6113 (13%).

MOVIMIENTOS DE LAS PRINCIPALES MONEDAS FRENTE AL DÓLAR DURANTE LA SEMANA PASADA

(*) El euro y la libra esterlina se cotizan en dólares.
(**) Para el peso argentino se toman precios operados en el mercado entre bancos.

El presente informe es elaborado por ABC Mercado de Cambios. Para más información, visite: www.abcmercadodecambios.com