– ¿Qué pasa con el crédito en la Argentina?
– Todavía no logra recuperarse el sistema de créditos.
– ¿Por qué?
– Porque nadie va a prestar a una tasa fija en pesos porque el riesgo no compensaría nunca la tasa de interés. Y la gente no se siente cómoda tomando créditos a largo plazo con tasas variables. Tiene miedo.
– Lo que sucede es que el crédito tiene como condición previa el ahorro. Entonces, por más esfuerzos que haga el gobierno para que vuelva el crédito, en la medida en que no haya certidumbre de largo plazo y el peso no se transforme, además de moneda de transacción, en reserva de valor, va a ser muy difícil que aparezca el crédito. ¿No le parece?
– Claro. Justamente el martes salió publicada una propuesta del gobierno, donde el Ministerio de Economía estaba trabajando con el Banco Central para que las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) tomaran obligaciones negociables a ser emitidas por los bancos para que estos tengan fondeo de plata. De todas maneras, más allá de las propuestas que puedan hacerse, el problema es de demanda, no de oferta. El problema es que no hay nadie que demande, justamente, por la incertidumbre que hay, tanto a nivel individual como a nivel corporativo. Nadie está queriendo tomar créditos a largo plazo ajustables por CER o por tasa en pesos. Solamente están los que quieren créditos en dólares, por ejemplo, para financiar exportaciones. Pero se trata de un grupo muy reducido, sólo el sector exportador.
– ¿Qué novedades hay en el proceso de renegociación de la deuda?
– Finalmente el gobierno ha comenzado a mantener conversaciones con los acreedores, comenzó el proceso de negociación formal y la Comisión Nacional de Valores norteamericana aprobó la emisión de los bonos al gobierno argentino.
– ¿Hay algo para destacar?
– No. Como todos los operadores preveían, los primeros en ser puestos en la mesa de negociaciones fueron los acreedores locales y, en primer lugar, las AFJP. Esto fue así por dos motivos. Primero, porque estas entidades tienen alrededor del 17% al 20% del total de la deuda, lo cual le da volumen al gobierno si logra acuerdo. Y, por otro lado, porque estas entidades son los más débiles en términos de poder de negociación, porque están peleando por la subsistencia del sistema de capitalización. De todas formas, a pesar de esto, lo cierto es que han conseguido una muy buena negociación porque han logrado algunos beneficios que los otros acreedores no van a conseguir.
– ¿Cuáles?
– Por ejemplo, el permiso para contabilizar a valor técnico los bonos que van a recibir.
– ¿Esto qué significa?
– Significa que por cada millón de dólares en bonos globales que ellos tenían, van a recibir aproximadamente -no es exacto pero a los efectos prácticos es correcto- 2.100.000 pesos de bonos cuasipar. Esto significa una pérdida implícita del 30% en dólares porque tendrían que recibir 3 millones de pesos, pero no una pérdida en pesos, lo cual les va a limitar bastante los juicios por responsabilidad fiduciaria.
– Porque van a poder contabilizar a valor técnico. El tema es que después habrá que ver cuál es el valor de mercado…
– Bueno, el gran problema es que el valor del mercado está bastante por debajo de esto, alrededor de un 60%. Pero esto no lo van a contabilizar porque el gobierno les va a permitir un primer valor técnico durante 5 años. Además, en segundo lugar, las AFJP han conseguido un canje especial de las letras de tesorería que tenían en su cartera, que eran alrededor de 2.600 millones de dólares.
– Las famosas Letes que Cavallo les hizo comprar obligatoriamente las AFJP.
– Exacto. Estas Letes serán por BODEN con vencimiento en el 2014, lo que permiten que la AFJP obtengan algún tipo de ganancia. Entonces, esta conjunción de valor técnico más alguna ganancia le permite a las AFJP la supervivencia del sistema.
– ¿Porque recomponen el activo sin pérdida en pesos?
– Claro, pero sí con una pérdida en dólares. En conclusión, lo que están consiguiendo es que los aportantes actuales estemos subsidiando a los jubilados de los próximos 5 años porque estamos comprando cuotas parte caras, a valor técnico y no a valor de mercado. Hay un gran subsidio nuestro en el medio que pasa desapercibido en toda esta negociación.
– ¿Cuál es el próximo objetivo del gobierno?
– El otro tema van a ser los inversores minoristas, aquellos que tienen por debajo de 50.000 dólares de valor nominal de deuda. Estos inversores tienen una participación de mercado de alrededor del 20%. Por ejemplo, los italianos solos tienen 14.500 millones de dólares. De todas maneras, con ellos hay un problema particular porque parece ser que no van a aceptar ningún tipo de negociación. Sin embargo, el gobierno pretende convencer a los otros inversores minoristas. Y para eso les está ofreciendo prioridad en el canje de los bonos viejos, defaulteados, por bonos PAR sin quita, con lo cual les está dando algún tipo de incentivo porque van a recobrar en cuarenta años lo mismo que estaban pensando recobrar en diez o doce.
– ¿Hay posibilidades de que se acuerde?
– Esta negociación recién empieza. Se va a llevar a cabo en octubre y noviembre. El tema es que aún queda otro aspecto respecto a la deuda, y es que los acreedores institucionales grandes, los acreedores institucionales extranjeros, todavía siguen manteniendo una resistencia muy fuerte a cualquier negociación argentina. Tanto es así, que el gobierno lo que está tratando de hacer, sin decirlo públicamente, es hacer algunos cambios en los términos y condiciones de la propuesta.
– ¿Qué cambios?
– Por ejemplo, adelantar la fecha de emisión. Estaba prevista la emisión de los bonos para el 1 junio de 2005 y ahora la estarían adelantando al 1 de enero de 2005. Esto hace que en el momento de entrega de los bonos, en febrero o marzo, ya van a tener un año de cupones adentro. Y esto significa dinero fresco por alrededor de los 1.000 millones de dólares. Así que les están dando algún tipo de dulce adicional a los efectos de poder conseguir la aceptación de estos acreedores.
– ¿Cuál sería el porcentaje de aceptación que debería lograr el gobierno?
– El gobierno argentino sigue insistiendo en que tiene que alcanzar el 60% o 65%. El Fondo Monetario Internacional dice que por debajo del 80% es una mala negociación. Habrá que ver qué pasa.
– Supongamos que se llegue a un acuerdo. ¿Usted piensa que el mercado internacional tiene la suficiente liquidez, hoy, para que una vez resuelta la cuestión del default haya acceso al crédito internacional?
– Hoy por hoy, si uno habla con los acreedores extranjeros, le diría que el sentimiento es tan negativo contra Argentina que la verdad es que no veo que haya mucha gente que quiera, aunque tenga, prestarle dinero a nuestro país. Obviamente, los banqueros tienen memoria corta y por ahí dentro de un año los vemos prestándonos nuevamente, puede ser. Pero el ánimo que hay hoy con respecto a la Argentina es muy negativo y nadie está pensando en renovarle ingresos, por lo menos no en el corto plazo. © www.economiaparatodos.com.ar |