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jueves 10 de julio de 2008

Críticas para Ortega, mientras Evo no puede con su genio

El presidente de Nicaragua se dedica a viajar por el mundo en compañía de su familia, mientras el líder boliviano agrede a Alan García.

Derroches sandinistas

De todos los gobernantes de nuestra región sumisos a Fidel Castro y Hugo Chávez, el sandinista Daniel Ortega, actual presidente de Nicaragua, es probablemente el más subordinado de todos. El más obsecuente. Y el más incondicional.

Pero, más allá de la presunta “fiereza” de su antipático bigotazo (a la manera de nuestros vernáculos Alberto y Aníbal Fernández), se esconde un auténtico aprovechador.

Así lo sugiere el diario La Prensa de Managua, medio que, recordemos, fue el responsable principal de desalojar pacíficamente al “sandinismo” del poder en Nicaragua.

Desde su asunción al poder, en enero del año pasado, Daniel Ortega no se ha privado de nada. Sus viajes han sido interminables y variados, cual artista de Hollywood.

En increíble seguidilla, Ortega visitó a Argelia, Belice, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Irán, Libia, México, las Naciones Unidas, República Dominicana, Panamá, Senegal, Uruguay y también a Venezuela, por supuesto. Flor de serie de periplos.

Lo habitual es que en sus giras Ortega utilice un avión “prestado” por el libio Muamar Gaddafi, vaya uno a saber por qué razón o entuerto, pero el “préstamo” no le hace nada bien al “converso” Gaddafi.

En sus viajes Ortega incluye a su esposa y a sus ocho hijos, a sus novios (para que no extrañen) y a sus nietos.

Esto es un abuso y un insólito despliegue de protagonismo, que Nicaragua no merece. Particularmente cuando el país (en ausencia de Ortega) fue asolado por el ciclón Alma y azotado por el huracán Félix. Mientras tanto, el feliz “sandinista” viajaba a sus anchas. De no creer. Para el “Guiness Book of Records”, en el capítulo dedicado a los líderes “bananeros”.

Para la oposición, Ortega se ha vuelto un “turista crónico”. Y así parece. Pero Ortega no es tan “distraído” como parece, o se hace. Está dando asilo a tres presuntas guerrilleras de las FARC. Dos colombianas: Martha Pérez y Doris Torres, y una mexicana: Lucía Morett, que estaban en el campamento de Raúl Reyes (en Ecuador), cuando fuera “dado de baja” por el ejército colombiano, el 1° de marzo pasado.

Colombia solicitará su extradición. Seguramente las requisitorias serán denegadas. Como Argentina, que se ha negado a extraditar a guerrilleros del ETA, de las FARC y chilenos, Nicaragua va camino a convertirse en otro “refugio” para los ex-terroristas.

Su último “tour” incluyó asistir (como nuestra Presidenta Cristina) a la reunión de la FAO en Roma, desde donde -como muchos de sus compañeros de la izquierda radical latinoamericana- se dirigió solícito hacia Teherán, para visitar a Irán, país con el que su mentor, Hugo Chávez, mantiene -como se sabe- lazos estrechos, a punto tal que Venezuela e Irán son “socios estratégicos”. -Ante el asombro del mundo.

Mientras esto sucede con Ortega, su “compañero de ruta” boliviano, Evo Morales, debe explicar ante el congreso de su país las razones que lo llevaron a suscribir un “acuerdo marco” con Irán, país al que el propio Mahmoud Ajmadinejad visitara el 27 de septiembre pasado.

En función de ese acuerdo, Radio Irán ya transmite en castellano, desde una nueva radioemisora instalada en la región cocalera del “Chapare”, donde Evo Morales tiene uno de sus bastiones políticos. Curiosísimo. ¿O no? Y esa es solo la primera de una “red” de emisoras nuevas que se está instalando, con dinero iraní, “invertido” en Bolivia.

Mientras tanto, en Colombia, que sufre la violencia subversiva, las encuestas sugieren que si Álvaro Uribe se presentara a un tercer mandato (lo que no puede, ni debe, hacer) sería reelegido con el 72% de los sufragios.

Y en Venezuela 27 asociaciones civiles no gubernamentales están en campaña solicitando que la Corte Penal Internacional investigue y juzgue a Hugo Chávez por sus nexos con las FARC.

En otra sintonía, Ecuador y Argentina están reforzando su “cooperación militar”. La idea es reformular el sistema de “inteligencia militar” ecuatoriano, según ambas administraciones, infiltrado por la CIA.

Diálogos cada vez más ásperos entre Evo y Alan García

La horrenda mala educación del bolivariano Evo Morales es proverbial. Y no sorprendente, pese a su larga “carrera” política y gremial.

Su conducta -en el plano de las relaciones internacionales- deja mucho que desear. Lo que presenta -cada vez más- peligros para la paz regional, que no pueden silenciarse. A cada rato se empeña en tratar de imitar a su mentor, Hugo Chávez, sin respetar a los demás, ofendiendo e ignorando los límites de una cortesía, que para él no existe.

La última serie de sus acostumbradas “guarangadas” ha sido la iniciada con una descripción -pública y groseramente irrespetuosa- de su colega peruano, el presidente Alan García, como un “gordo poco anti-imperialista”. Increíble, por descortés.

Particularmente cuando Evo Morales -como siempre de la mano de Chávez- está aparentemente empeñado en desestabilizar al gobierno de Alan García en la zona de Puno, en pleno territorio peruano, por lo que debería ser más cauto.

A lo que cabe agregar que Alan García está haciendo, en el Perú, una gestión de gobierno digna de aplausos, que reduce la pobreza y Morales, en cambio, tiene a su país, Bolivia, incumpliendo sus compromisos internacionales y, peor aún, al borde mismo de la violencia como consecuencia de una siembra -consciente y constante- de rencores, resentimientos y odios hecha, sin descanso, desde lo más alto del poder.

García, ante la agresión gratuita recibida, podía quizás haberle contestado ubicándose en el mismo “nivel” de Morales, sugiriendo -por ejemplo- que Morales viste extrañas chaquetas a la manera de un disminuido barman de hotel de tres estrellas; o refiriéndose al insólito tamaño de su cabeza; o algo parecido. De haberlo hecho, se hubiera equivocado, y mucho. Es así.

En cambio eligió, con algo más de sutileza, refiriéndose al comentario poco amable de Morales, señalar simplemente: “yo no me ando fijando en la esbeltez y la gordura de los hombres, eso se lo garantizo; todavía no está eso dentro de mis inquietudes”.

No obstante, según los titulares de la oficialista página “web” de “Infobae”, en la Argentina supone nada menos que “poner en duda la sexualidad de Morales”. Parece una apreciación exagerada. ¿O no? Donde las dan, las toman.

Luego de este episodio, Morales siguió agrediendo a Alan Garcia, instando -desde Bolivia- a los peruanos a “movilizarse” contra la presunta presencia de bases militares norteamericanas en Perú.

Ante esta provocativa acusación, que interfiere en los asuntos internos del Perú, este país llamó a consultas a su embajador en La Paz. Queda claro que el gobierno de Bolivia está buscando un incidente con su país hermano, amenazando la paz y seguridad regional.

Replicando a Morales, Alan García acaba de “subir la apuesta”. Desde el Palacio de Gobierno, en Lima, dijo: “Habría que decir como Juan Carlos de España, ¿por qué no te callas? Métete en tu país y no te metas en el mío. Ya estás jalando demasiado la pita, así que ten cuidado de las consecuencias de lo que estás diciendo”.

La relación bilateral está en dificultades. Atraviesa una etapa de asperezas y rispideces. Morales acusa a Perú y Colombia de “excluir” a Bolivia de las negociaciones de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) con la Unión Europea. Bolivia ha vuelto a votar en la CAN contra la flexibilización de la decisión 486 sobre propiedad intelectual que Perú necesita para el tratado de libre comercio con los Estados Unidos. ¿Se imagina, lector, lo que significaría permitirle a Morales (que odia el libre comercio y a todo lo extranjero) interferir en ese complicado diálogo?

Bolivia -mientras tanto- se niega a extraditar a Walter Chávez, periodista peruano con intimidad con Morales que Perú requiere por sus actividades terroristas en su país.

García acusa a Morales de fogonear el paro nacional convocado por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) para el próximo 9 de julio. Y el Ministro peruano de Defensa, Antero Flores Aráoz, alerta que las “Casas del Alba”, que funcionan en Perú -vinculadas con el gobierno venezolano- incitan a la violencia, a las agresiones y al desorden.

En este caldeado ambiente, según Morales, “cualquier Presidente que manda callar a una persona que es Presidente es antidemocrático”. Queda visto que para Morales, todos los Presidentes tienen “patente de corso”, lo que es tan insólito como inaceptable. Y peligrosísimo cuando en la región existe el nivel de arrogancia y descaro que caracteriza a personajes patológicos como: Hugo Chávez, Daniel Ortega, Fidel Castro, Rafael Correa, o el propio Evo Morales.

Mientras tanto, los sufridos bolivianos que trabajan en el exterior (expatriados porque su tierra sigue sin darles oportunidad de regresar) remesaron a sus familiares, en Bolivia, 870 millones de dólares (un 64,6% más que el año anterior). Toda una suma a la que el vociferante Morales no contribuye. El 36% llegó desde España; el 20,8% de los Estados Unidos; y el 18% de la Argentina.

La paz y seguridad de la región están en peligro. Es hora de llamar a la serenidad. Y a la prudencia. © www.economiaparatodos.com.ar

Emilio Cárdenas se desempeñó como representante permanente de la Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

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