Aunque quizás parezca insólito, algunos de los hinchas del equipo de fútbol norteamericano de los “Washington Redskins” creían -sinceramente- que su equipo era una suerte de “termómetro electoral” en los Estados Unidos.
En efecto, mas allá de los guarismos que resultaban de las encuestas y proyecciones de los analistas en la reciente elección presidencial, muchos destacaban que, desde 1936, el resultado del último partido en que ese equipo jugaba como local predecía -religiosamente- el de los comicios nacionales de su país.
Ocurre que, sistemáticamente, cada vez que los “Redskins” ganaban ese partido, el presidente que procuraba su re-elección se imponía en las elecciones. En cambio, cada vez que lo perdían, ganaba el desafiante. Así de claro.
De allí que cuando, horas antes de las recientes elecciones, los “Redskins” fueran derrotados en su cancha por los “Green Bay Packers”, por 28 a 14, los demócratas creyeron que su candidato, John Kerry, ya no podía perder. Así lo sugería la historia.
Ahora, con los resultados electorales a la vista, que muestran que los republicanos se quedaron esta vez con todos los ases de la política del país del norte, una leyenda más ha quedado, irreversiblemente, en el pasado.
El fútbol norteamericano será en más solo eso: fútbol, o sea un espectáculo deportivo. Sin que ningún mito o cábala lo siga ya atando caprichosamente al curioso arte de tratar de predecir cuales serán los resultados en el bien difícil mundo de la política. © www.economiaparatodos.com.ar
Emilio Cárdenas es ex Representante Permanente de la Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas. |