La región está inmersa en una serie de importantes procesos electorales que están en curso, con diferente calendario. Los hay en Bolivia, Chile, México, Perú y Venezuela. Todos están en evolución, con interrogantes abiertos que vale la pena examinar.

La situación en Bolivia

Bolivia concurrirá a las urnas el 18 de diciembre próximo, en una elección absolutamente crucial para su futuro. En juego hay dos modelos de país y hasta de pacto social. Radicalmente distintos. Por esto, la elección, en primera rueda, aparece ya polarizada.

Los dos principales candidatos en pugna son el dirigente indigenista, de izquierda y “cocalero”, Evo Morales (del MAS) y el conservador ex presidente, Jorge “Tuto” Quiroga (líder de PODEMOS). Detrás de ellos, con muy pocas posibilidades, aparece -entre otros- el empresario cementero Samuel Doria Medina, de centroizquierda.

Las encuestas sugieren un final muy reñido, en el que -por ahora- Morales lleva una leve ventaja. La campaña electoral es intensa y está “caliente”. La desafortunada intervención del Jefe de la Misión Diplomática de Venezuela en La Paz, en favor de Morales, puede haber enturbiado un tanto las cosas y encendido los nacionalismos. Así como los cometarios interesados de “Lula”. Por lo demás, las amenazas de dirigentes indígenas de “ganar por las buenas, o por las malas”, no ayudan. Todo es tensión.

La posibilidad de secesión de los Departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija -en caso de triunfar Morales- es ciertamente una eventual complicación, con impacto en los países limítrofes.

Si ningún candidato obtiene el 50% en la primera vuelta, decidirá el Congreso, mecanismo que, por las presiones que desatará, promete ser de enorme complejidad en un país que ha estado -hace muy pocos meses- al borde mismo del abismo.

El caso chileno

Según las últimas encuestas, ninguno de los cuatro candidatos en carrera se impondrá en la primera vuelta. Desde la izquierda moderada, Michelle Bachelet está en abierta caída. Sigue, no obstante, liderando -con amplitud- con un 38,5% de las preferencias de voto. Pero en agosto tenía el 49%. Perdió más de 10 puntos, lo que preocupa a la izquierda. Le sigue el empresario Sebastián Piñera, con el 22,1%. Detrás de él aparece el centrista Joaquín Lavín, con el 16%. Cierra el pelotón el izquierdista más radical, Tomás Hirsch, con el 7,6% de las intenciones, lo que es toda una sorpresa y le quita el sueño a la Bachelet. Nuestra primera dama y senadora la apoyará al cierre de su campaña.

Para la segunda vuelta, la Bachelet se impondría con el 47% de los votos proyectados, contra el 39,5% de Piñera. Sin embargo, será una elección muy diferente. Por lo que hay evidente preocupación en las filas de la coalición oficialista, ante la “pérdida de favor” de Bachelet y el “avance” sostenido de Piñera. Falta mucho para fines de mes y las tendencias siguen relativamente fluidas.

La situación en Venezuela

En la insólita Venezuela “bolivariana”, las cosas se han complicado para Hugo Chávez. Aunque él no lo admita, naturalmente.

En las recientes elecciones parlamentarias, del 6 de diciembre, no hubo oposición. El sueño de Chávez del partido y el discurso “únicos” se cumplirá, aunque a costa de perder toda legitimidad democrática: el 75% de los votantes no concurrió a las urnas.

La razón de lo sucedido es muy preocupante, ya que se comprobó que las máquinas electrónicas captadoras de huellas que iban a ser usadas en las elecciones estaban “cargadas”.

Para Chávez, un detalle. En verdad, una vergüenza. La democracia no se edifica nunca sobre el fraude. Como el que le permitiera, el año pasado, “imponerse” en el referéndum revocatorio. Gravísimo.

La carrera peruana

Perú tendrá sus elecciones presidenciales en abril del año que viene. Hasta hoy, las encuestas muestran a la conservadora Lourdes Flores con el liderazgo, con una intención de voto del 26%.

Le sigue, con el 15%, el sorprendente ex militar y nacionalista-indigenista Ollanta Humala, una complicada y rarísima “mezcla” de Chávez, Gutiérrez, Velasco Alvarado y Morales. Humala cuenta con el apoyo del presidente venezolano. Como Morales, en Bolivia.

Tercero está el sempiterno Alan García, con el 13,4% de las intenciones. En carrera también hay otros. Todo abierto, entonces. Y Fujimori sigue preso, en Chile, situación que parece estar ayudando electoralmente a Toledo, que aún no ha revelado quién será su candidato.

La contienda mexicana

Con elecciones en julio del año próximo, México está también en pleno proceso político . Aunque con cambios inesperados “de vientos”.

En efecto, el ex alcalde de México, de fuerte tendencia izquierdista, Manuel López Obrador, que lideraba más allá de las dudas, está ahora perdiendo rápidamente terreno. Hoy tiene, todavía, un 29% de intención de voto en su favor. Pegadito a él, una gigantesca sorpresa: el candidato centrista del PAN, con el 28%. Me refiero a Felipe Calderón, quien luego de derrotar -en la interna de su partido- al candidato de Fox, Santiago Creel, está creciendo fuertemente entre propios y ajenos. Tercero aparece el “dinosaurio” del tradicional PRI, el muy poco atractivo Roberto Madrazo, con el 21% y con la eficiente máquina electoral de su partido, pero envuelto en las “sombras” de todo lo que México ha sido ya capaz de dejar atrás. Para alquilar balcones.

Mientras tanto, Vicente Fox está acercándose al final de su ciclo. En su gestión, la deuda externa mexicana no aumentó un céntimo. Y la pobreza se redujo en un 25%. No es poco para un México estable como nunca. © www.economiaparatodos.com.ar



Emilio Cárdenas se desempeñó como representante permanente de la Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).