– ¿Podría darnos un pequeño pantallazo acerca de qué trata su libro?
– Básicamente, tiene que ver con cuál es la importancia del surgimiento de China en el centro de la economía mundial para la Argentina. La idea esencial del libro es que con el surgimiento de China aparece para nuestro país, por primera vez desde la década del 30, una economía que demanda lo que podemos producir competitivamente. Esto es: agroalimentos y servicios de alto nivel calificado. Lo que decimos nosotros es que claramente están las oportunidades, pero que hace falta un esfuerzo muy grande, tanto de promoción comercial hacia China, como en el frente interno de reforma para poder aprovechar la posibilidad que presenta el mercado.
– ¿Y qué reformas son necesarias? ¿Cómo estamos nosotros respecto a esta oportunidad?
– Nosotros, básicamente, planteamos que hay que atacar tres frentes. El primero es la infraestructura en transporte hacia el Pacífico para poder mejorar las exportaciones en ese mercado. El segundo tiene que ver con que las importaciones de China en Argentina están concentradas en productos intensivos en mano de obra y que compiten con industrias nacionales que tienen dificultades para competir. Entonces, es necesario hacer un esfuerzo para aumentar el grado tecnológico de esas industrias para que puedan competir con los productos chinos. Y, finalmente, como tercer punto, es necesario hacer un esfuerzo de política por parte del Estado para poder competir en nichos donde China no está en los mercados internacionales.
– La pregunta que surgió a partir de la cumbre de Mar del Plata fue si la Argentina debía insertarse en un bloque mayor para aprovechar la oportunidad o el cambio que representa China en la constitución de bloque. Desde su punto de vista, ¿qué es lo que debería hacer el país respecto del ALCA, específicamente?
– El año pasado el presidente Hu Jintao estuvo en la Argentina, en Brasil y en Chile, y firmó un memorando de entendimiento con los tres países. Hoy, el único país que tiene un acuerdo de libre comercio firmado, que se firmó el mes pasado en la conferencia del APEC en Pusan en Corea, es Chile. Van a entrar a China el 92% de los productos chilenos sin pagar aranceles. Al mismo tiempo, Chile logró que el 50% de los productos chinos van a estar entrando a su país sin aranceles sólo en 10 o 12 años. Y hay casi 192 productos que van a quedar afuera del acuerdo. Acá hay una diferencia muy grande en cuanto a la estrategia de ver cuál es el futuro de la economía mundial y cuál será su motor en los próximos 20 años. Es claro que Chile tiene una visión estratégica de que el futuro es el Asia Pacífico y, específicamente, China.
– De acuerdo a lo que está comentando, la Argentina aparece como un gran mercado para vender a China.
– Sí, es así.
– Hasta ahora siempre nos hemos quejado de los subsidios agrícolas en Estados Unidos y en Europa y de cómo eso detenía a buena parte restante de la economía argentina. De pronto, ocurre que con el tema chino parece que empieza a ser relativo todo esto. ¿Es correcto?
– Hay un dato en lo que usted está diciendo que es completamente cierto. En los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), el promedio de los subsidios a la exportación representa el 31% de los ingresos que reciben los exportadores. En China, es del 6%. En la Unión Europea, el 34%; en los Estados Unidos, 20%. Por los compromisos que tiene China por su ingreso en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001, en los productos que la Argentina exporta o podría exportarle -tales como trigo, carnes, entre otros- se va a producir una reducción en la protección de más del 50% en los próximos cinco años. Si se estanca la rueda de la OMC, que está ahora en Hong Kong, le diría que esto abre un panorama bastante interesante para la Argentina, fuera de estos dos mercados que usted mencionaba. Sobre todo, teniendo en cuenta que en la Unión Europea y los Estados Unidos en el corto y mediano plazo no se vislumbra una reducción del proteccionismo agrícola para los productos que son importantes para la Argentina.
– ¿Hasta qué momento crece la oportunidad que representa China? ¿Tiene algún techo? Supongo que llegará un punto en que el mercado mundial se estabilizará. ¿Cómo ve usted esa posibilidad?
– Hay dos informes que fueron publicados este año, uno de Goldman Sachs y otro de la OCDE, que confirman las previsiones del año pasado del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esas previsiones dicen que de continuar el ritmo de reformas que está teniendo China -y todo hace ver que esto va a ser así-, la Argentina podría seguir creciendo a tasas de entre el 7% y el 9% anual en la próxima década. China no es un espejismo. Es una realidad que está acá para quedarse. De hecho, la OCDE dice que en los próximos tres años, hacia el 2008, aproximadamente, China podría desplazar a Alemania como el principal exportador mundial.
– Es impresionante. ¿Y qué pasa con el MERCOSUR? ¿Sigue siendo una herramienta útil para la Argentina para enfrentar esta situación?
– Una de las cosas que decimos en el libro es que tanto la Argentina como Brasil son los únicos países en el mundo que tienen la posibilidad de expandir su frontera agrícola.
– ¿Qué es la frontera agrícola?
– Es la cantidad de tierra arable disponible para agricultura. Y la frontera agrícola de los dos países sumados es de 600 millones de hectáreas. Es una superficie que es igual a 11 veces la de Francia. Y, al mismo tiempo, tienen sectores agropecuarios que tienen un nivel de productividad que sólo son inferiores a los de los Estados Unidos. La Argentina y Brasil tienen una oportunidad única e histórica en China. Sumados, esta oportunidad se potencia. En ese marco, el MERCOSUR puede ser una herramienta fundamental para potenciar la oportunidad que representa China.
– ¿Cómo ve el nivel de discusión en la Argentina sobre esta cuestión? ¿Cree que hay conciencia o estamos muy lejos?
– Sólo le voy a decir esto: hace unas semanas se cumplió el aniversario del acuerdo con China, que fue el 17 y 18 de noviembre de 2004, y no hubo una sola mención en ningún medio de comunicación con respecto a este tema.
– Clarísimo.
– Un dato más. En lo que va de 2005, que casi está terminando, el nivel de exportaciones de China a la Argentina, según datos de septiembre, aumentó un 81%. Las exportaciones de Argentina a China, cayeron. Y esto tampoco aparece en el debate público. © www.economiaparatodos.com.ar |