Pagan el BONAR VII y profundizan la caída de las reservas
Evolución del mercado de cambios local e internacional
Panorama nacional
Dos temas trascendentales, que afectan fuertemente al mercado de cambios y a la economía de nuestro país, fueron motivo de comentarios y discusiones diversas la semana pasada. Por un lado, aparecieron nuevas quejas por las políticas proteccionistas de la Argentina, con trabas a las importaciones. Así, a los duros reclamos de la Unión Europea y los Estados Unidos, como también de los embajadores de México, Perú, República Dominicana, Chile y Paraguay que se manifestaron en la reunión de la OMC realizada en marzo de este año se han agregado ahora varios otros países latinoamericanos, cuyos embajadores coincidieron en estos días en hacer públicas sus molestias por el «manejo arbitrario» que hace del tema el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Y el otro tema que preocupó fue la orden emanada del controvertido funcionario de restringir el ingreso de agroquímicos, tales como herbicidas, fungicidas e insecticidas y de materias primas o demorando la aprobación de las respectivas declaraciones juradas de importación (DJAI), afectando esta situación seriamente al campo argentino al comienzo de las principales siembras y a las empresas que necesitan materias primas para producir aquí diversos productos. Mientras, el BCRA pagó el jueves pasado USD 2.070 millones correspondientes al último vencimiento del Bonar VII, siendo éste el pago de deuda más importante del año. Por supuesto, los fondos salieron de las reservas que se redujeron sólo USD 1.352 millones porque una buena cantidad de aquéllos títulos estaban en manos de entidades públicas. Al cierre del viernes aquéllas sumaban unos USD 35.232 millones, según cifras oficiales provisorias, mostrando una caída en la semana de USD 1.485 millones y en el año de USD 8.058 millones. Mientras, el MULC argentino siguió operando bajo fuerte presión del ente monetario, con sus ya acostumbradas ventas y compras en el mercado y sus llamados telefónicos intimidatorios a las mesas de los bancos. Sin embargo, en las últimas jornadas el BCRA frenó su política devaluatoria del peso, habiendo sido en la semana pasada de sólo un 0,4% al fijar el Banco Nación su cierre vendedor de transferencia el viernes en $ 5,7250. Cabe señalar que en lo que va del mes dicho ajuste ya suma un 0,9%, sorprendiendo que en el proyecto de presupuesto para 2014 el Gobierno estime un tipo de cambio del peso/dólar a $ 6,33. También es de destacar que el BCRA habría resuelto autorizar a una mayor cantidad de compañías a girar dividendos al exterior, en una casi simbólica flexibilización del cepo que rige desde hace ya casi dos años para las empresas extranjeras que están radicadas en la Argentina. Y eso explica que el ente monetario haya tenido al cabo de las cinco últimas jornadas un saldo negativo de unos USD 195 millones en sus intervenciones en el mercado. El volumen operado entre entidades sigue escaso, habiendo sumado unos USD 1.336 millones, con un promedio diario de USD 267 millones, un 16% mayor al del similar período anterior. En el mercado de futuros de New York el peso/dólar a un año de plazo quedó operado al cierre del viernes a $ 9,6505 (69%).
Panorama internacional
El largo e interminable debate sobre cuándo la Fed decidirá reducir el programa de compra de bonos ganó animación la semana pasada con motivo de la reunión de dos días que realizará el FOMC a partir de mañana. Sin embargo, los recientes datos conocidos sobre la economía estadounidense no resultaron satisfactorios y, consecuentemente, han debilitado la esperanza de que la salida de la política de facilidades financieras se pueda concretar, realmente, esta semana. Por eso hay quienes creen que el banco central anunciaría sólo una modesta reducción de 10.000 millones de dólares a su programa de compra de bonos, que actualmente asciende a 85.000 millones mensuales. Además, el conflicto en Siria también juega en contra, a pesar de la aparente calma mostrada en los últimos días. Asimismo, hay que tener en cuenta que los más escépticos aseguran que la Fed estaría planeando la salida recién para fin de este año. Y así la moneda única se encontró con un mercado en el que reinó la cautela, que afectó sensiblemente su amplitud y profundidad. Por ese motivo en las semanas recientes el par dólar/euro se mantuvo un mayor tiempo cotizando dentro del rango entre 1,32 y 1,33. Pero el otro hecho trascendente ocurrido en la eurozona durante la semana pasada fue el voto favorable del Parlamento Europeo por el que se concedió al Banco Central Europeo los poderes de supervisor único bancario, avanzando de esta manera un paso más hacia la creación de la unión bancaria en el área. Consecuentemente, a partir del año próximo, el BCE ejercerá el poder de supervisión sobre alrededor de 6.000 bancos en los 17 países de la Unión Europea. En ese escenario la tercera semana de septiembre estará marcada por la reunión del FOMC, que además de anunciar sus decisiones de política monetaria explicará, de boca de su presidente, Ben Bernanke, sus previsiones económicas. También en la mayor economía del mundo se conocerá el IPC de agosto, al igual que en la eurozona, pero en el Viejo Continente habrá que esperar hasta el fin de semana para conocer la principal referencia, que no será otra que la celebración de las elecciones generales en Alemania, en las que Angela Merkel vuelve a mostrarse como favorita. En España, se conocerán cifras de morosidad bancaria. Según los analistas técnicos el euro operará con resistencias en 1, 3312 y 1,3345 y tendrá soportes en 1,3243 y 1,3210. Al cierre del viernes en el mercado de New York cotizaba a 1,3295 dólares