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Autores Roberto Cachanosky

lunes 13 de septiembre de 2004

¿Contribuyentes o súbditos de la corona?

El Estado nacional y las provincias obligan a los ciudadanos a pagar sus impuestos sin prestarles a cambio los servicios públicos –educación, salud y seguridad– prometidos. Más aún, persiguen y castigan a los contribuyentes si éstos no cumplen con sus obligaciones en tiempo y forma. Sin embargo, jamás ponen el mismo énfasis y ahínco para controlar que el dinero recaudado realmente se destine a los fines previstos. Ver Más

jueves 9 de septiembre de 2004

La responsabilidad empresaria frente a la crisis

Las empresas argentinas deben comprender de una vez por todas que sin un país viable hacia el futuro, sus empresas no valen nada. Y la mejor manera de construir un porvenir auspicioso es dejar de ser lobbistas para comprometerse con los valores de una sociedad libre. Ver Más

lunes 6 de septiembre de 2004

Los valores que tenemos que recuperar

La Argentina no tiene sólo problemas económicos, sino –y fundamentalmente– un problema de desprecio por los valores que hacen grandes a las países. El desafío es lograr desterrar la cultura de la dádiva y del robo legalizado para volver a la ética del capitalismo competitivo. Sin ello, difícilmente podamos salir del pozo en el que hemos caído. Ver Más

jueves 2 de septiembre de 2004

Tres ejemplos que explican la situación del país

El pensamiento y comportamiento de Kirchner, Duhalde y Alfonsín, tres de los referentes políticos más importantes del país, demuestran a las claras las razones por las que estamos en el fondo del pozo y salir se nos hace realmente complicado. Ver Más

lunes 30 de agosto de 2004

¿Por qué se desacelera la economía?

La incertidumbre política y económica está frenando los procesos de inversión, que son los únicos que realmente pueden hacer crecer a un país. Los signos de enfriamiento del nivel de actividad ya están empezando a verse. El gobierno está advertido de este hecho pero, equivocadamente, cree que puede cambiar esta tendencia con una suba de salarios. Ver Más

jueves 26 de agosto de 2004

Los buenos, los malos y una película de terror

La terrible confusión que reina en la Argentina en el campo de las ideas convirtió al liberalismo en un demonio y al progresismo populista en el ángel protector de la Nación. Esperemos que pronto se caigan las máscaras y la gente comience a ver las cosas como realmente son. Ver Más

lunes 23 de agosto de 2004

Si yo fuera Kirchner…

El presidente debería repasar los últimos años de la historia política del país y analizar los errores cometidos por los últimos gobiernos: los militares, Alfonsín, Menem, De la Rúa y Duhalde. En todos los casos salta a la vista que, más tarde o más temprano, la ausencia de reformas estructurales desemboca en crisis políticas y económicas que se llevan todo por delante. Ver Más

jueves 19 de agosto de 2004

Rebelarse contra la humillación diaria

La demagogia populista está abocada a repartir miseria, sin preocuparse por crear riqueza y hacer crecer a la Argentina. Sólo resta esperar a ver si los argentinos son capaces de despertarse y, sin conformarse meramente con unos pocos pesos en el bolsillo y una endeble estabilidad económica, exigen de una vez por todas el país, los políticos y el gobierno que se merecen. Ver Más

lunes 16 de agosto de 2004

Aumento de salarios: ¿por qué ser tan mezquinos?

Si la mejora de las condiciones salariales dependiera sólo de la firma de un decreto, el incremento podría ser tan alto como se nos antojase. Sin embargo, conviene recordar que los verdaderos aumentos del salario real y nominal sólo pueden venir de la mano de un crecimiento de las inversiones y una mayor demanda de trabajadores por parte de las empresas. Ver Más

jueves 12 de agosto de 2004

El costo de la soberbia

Las políticas “progresistas” -hoy tan de moda y aplaudidas por algunos sectores de la sociedad-, son las que nos condenaron a seguir estancados en la miseria y sin posibilidad de subirnos al tren del crecimiento. Mientras, otros países antiguamente más atrasados, no sólo nos pasaron raudos sino que ahora nos llevan gran ventaja. Ver Más